dimarts, 30 de juliol del 2013

EL PODER DE LA PLEGARIA


Existe una herramienta poderosa capaz de transformar la realidad y por ello capaz de crearla que desde siempre y en toda circunstancia ha sido accesible a todos los seres humanos, y es la plegaria, el rezo o dicho de otra manera todo dialogo que se establece con la divinidad o aquello a lo que damos ese nombre.

En realidad no es menor la cuestión de los atributos con los que vestimos a esta divinidad o a la figura de poder que haga el poder de intermediación con esta, pero no es menos cierto que la mayoría de las que podemos considerar las grandes religiones tienen el común denominador de activar o al menos favorecer la apertura de corazón a la hora de recomendar rezar como uno de sus “mandamientos”, aunque bien es cierto que a veces es solo la emoción la que responde.



El que nuestra plegaria tome la forma de un rezo institucionalizado dentro de la convención de la religión cristiana, musulmana o judía, la entonación de mantras ,   cantos devocionales, grupos de oración, el gesto de un artista en un momento determinado, la recitación de un poeta, una visualización en grupo o en solitario, una ceremonia de agradecimiento y conexión con nuestra madre Tierra, ..., en realidad pueden ser tantas las formas en las que establecer un dialogo con el espíritu y la divinidad, que a la postre se convierten en oración que probablemente me será imposible nombrarlas a todas.



Dijo Hitler una vez, al conocer que Churchill había pedido al pueblo ingles que dedicara cinco minutos al día a orar que “esta es la arma secreta más poderosa de Inglaterra”.

Hitler conocedor del esoterismo y del ocultismo sabía bien el inmenso poder que es capaz de desplegar la oración.



Ciertamente existen muchos tipos de formas y motivaciones para rezar, podemos rezar para pedir algo y ahí cabe cualquier cosas desde algo tan absurdo pero sin duda importante para esa persona como que gane su equipo de futbol, como hacerlo por la paz y el amor reinando en el mundo, incluso nuestros dirigentes en un momento determinado nos pedirán que recemos por alguien o algo que consideran importante conseguir, de la misma manera que piden nuestro voto nuestro dinero o nuestra atención. Podemos también rezar para establecer un dialogo con la divinidad en un intento de fusión o despertar de esa divinidad en nosotros, podemos pedir por o para algo, colectivo o personal , no importa en realidad si la actitud es la misma.



Para muchos cristianos el escuchar que los miembros de nuestra iglesia hablan de rezar como un acto consustancial con su fe puede resultarnos incomodo, en la misma medida que consideramos a esta iglesia como una organización bastante cuestionable en sus procedimientos y dogmas, lo cual en mi opinión se a ganado a pulso, a pesar de que también es cierto que en el seno de esta misma iglesia se encuentran también seres luminosos , llenos de amor y útiles si se me permite el termino.



Para cierta parte de mi conciencia intelectual resulta difícil desligar el acto de rezar con la iglesia católica y lo peor de la manipulación de la conciencia a la que a sometido a buena parte de la humanidad a lo largo de la historia lo cual conlleva una “carga” que deberá ser soltada para poder avanzar libre de toda incomodidad ..., y bien, es probable que eso no sea algo que me suceda solo a mi , así pues es un acto de liberación y coraje el atreverse a efectuar un rito desprovisto de asociaciones e interpretaciones de ese tipo, que en realidad no tienen ningún interés mayor que el de aportar una lección importante, y esta es que toda oración debe ser un acto de libertad y responsabilidad estrictamente personal, que obviamente puede ser compartido, pero en ningún caso alejado de la necesaria conexión con aquello profundo que mora en nosotros.



No es ni nunca a sido necesario e imprescindible el hacerlo de una determinada manera, pues de la misma manera que existen múltiples canciones que pueden ser cantadas o interpretadas uno también puede hacer su propia canción.

Una oración establecida puede ser una magnifica muleta, una espléndida carretera que nos conduzca a nuestro objetivo de forma cómoda , pero también podrá llegar a convertirse en un policía si impide que seamos capaces de vibrar y hacer nuestra cada uno de los conceptos que sus palabras y entonaciones contiene.

Por eso siempre será la palabra sincera que brota del corazón la mejor oración sea escrita por nosotros o no lo sea.



El momento que vive nuestra humanidad precisa de la fuerza poderosa de la plegaria. No somos capaces de ver el oxigeno y sin embargo sabemos que nos permite vivir y de la misma forma no somos capaces de ver la energía y sin embargo todos de forma intuitiva sabemos del poder de ese deseo en comunión con la luz que es la oración, y que siempre produce un resultado tarde o temprano.
Si pudieramos ver como las plegarias se funden con los egregores o formas pensamiento de amor, generosidad..., en definitiva los egregores capaces de limpiar y transmutar todo dolor, oscuridad y sufrimiento , entenderiamos cual es el real alcanze de esta practica que amen de aportar un beneficio personal siempre acaba siendo colectivo.



Cada grupo de plegaria y de oración no importa de que iglesia , no importa su ropaje,  su lengua, no importa el color de su piel ni el lugar desde donde lo haga, que entra en contacto con la divinidad o con la expresión de la luz que implica pedir paz, amor, curación, compasión, alegría , discernimiento.., la lista puede ser infinita, estará convirtiéndose en médico de nuestra humanidad y también arquitecto sin que precise complicados y sesudos estudios.



El mundo necesita tanto del poder de la oración , ¡Y cuesta nada, es gratis¡.

Si fuéramos capaces de ver como transforma la energía de un lugar, de una persona, de una situación.., de nuestro enfermo planeta.

Desde luego cada uno debe hacerse responsable de lo que pide y de que hasta que punto esta en armonía con la conciencia de la luz pero eso no será nunca algo más que los pasos de un camino necesarios para aprender.



Nadie pide en el telediario que recemos, ni en las cabeceras de los periódicos, ni por supuesto en las tertulias de economía..ni en las ruedas de prensa de los poderosos quienes si lo hacen normalmente es para pedir un objetivo en el que uno gana y el otro pierde..., orar bajo ese concepto nunca es aconsejable.



Orar es celebrar, orar es comunión, orar es agradecer ,orar es una de las vías imprescindibles que desde siempre la eternidad y la divinidad a puesto en nuestras manos y que desde el poder enfermizo que rige buena parte de nuestro mundo del día a día, procura que olvidemos y que nos anestesiemos de la manera conveniente para sus intereses.

Orar no implica dejar de hacer otra cosa. Orar es necesario para que surja esta Nueva Tierra , orar es necesario para que desde el otro lado del velo dicho de otra manera del otro plano, nuestro mundo y el suyo confluyan en una sinergia capaz de alumbrar un día esta nueva Tierra que los planes de la divinidad nos propone de forma inapelable en estos tiempos.



 ADMINISTRADOR



    



 

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