dimarts, 23 de gener del 2018

¿Son los moáis enterrados en la isla de Pascua más antiguos que el resto?



Recientes análisis han determinado que la tierra y los sedimentos bajo los cuales se encontraban algunas de estas estatuas «cayeron» desde arriba naturalmente y no fueron puestos allí deliberadamente para sepultarlas, protegerlas o darles soporte. De ser así, unos pocos cientos de años de erosión no bastarían para crear tal escenario… Los moáis enterrados, necesariamente, serían mucho más antiguos… pero ¿cuánto más? ¿Quiénes los construyeron realmente?
Hasta ahora la mayoría de los moáis de la isla de Pascua aparecían con el torso y la cabeza descubierta. Otros parecían ser únicamente una cabeza. La cuestión es que hasta hace apenas unos años a nadie se le había ocurrido que las cabezas de los moáis pudieran ser estatuas enterradas hasta el cuello. La mayoría de los documentales sobre la isla y los datos empíricos sobre las misteriosas figuras que se ofrecían al público, obviaban esta cuestión.
Amnesia arqueológica
Por increíble que pueda resultar, esto ya se sabía desde 1914. En concreto, fueron Katherine y William Scoresby Routledge los que inicialmente expusieron los diagramas de los primeros torsos y dieron a conocer el hecho que las cabezas contenían un cuerpo bajo tierra. Sin embargo, no fue hasta el año 2012 cuando este hecho comenzó a tener más publicidad y comenzaron las excavaciones para liberar de su prisión a los moáis enterrados hasta el cuello, algunos llegando a estar a 8 metros de profundidad.
¿Cómo es posible que no se haya comenzado con las excavaciones de semejante descubrimiento si era un hecho que ya se conocía desde hace casi un siglo? ¿Tan poco interés revelaba para la comunidad científica un hallazgo de semejante envergadura?
El meollo de la cuestión, según los investigadores más heterodoxos, es que las profundidades a la que estaban sepultadas muchas de estas estatuas monolíticas no se correspondía con la fecha en que la historia oficial nos dice que fueron erigidas (entre el 600 d.C y el 1600 d.C.). Para que tal erosión tenga lugar de forma natural, la antigüedad debería estar entre los 10.000 y 15.000 años, lo que nos coloca en la misma época en que se cree sucedió un cataclismo global —registrado por otras construcciones ancestrales como el santuario de Göbekli Tepe en Turquía—.
Veamos la opinión de un geólogo al respecto.
Bajo el ojo geológico
Los moáis enterrados se distinguen de aquellos «en pie» (o arrodillados) sobre la superficie de la isla por ser de mayor tamaño y tener petroglifos grabados en sus torsos. Este último detalle ya nos lleva a deducir que no pudieron ser enterrados deliberadamente, dado que no tendrían sentido los tallados. Además, si sumamos lo antedicho a un análisis geológico de los sedimentos de los monolitos enterrados, la conclusión ineludible es que en esta isla existió una civilización antiquísima de la que no nos hablan los libros de historia.
Según nos relata el geólogo estadounidense Robert Schoch, quien visitó la isla en 2010 y plasmó sus investigaciones en el libro Forgotten Civilization: The Role of Solar Outbursts in Our Past and Future, existen diferentes niveles de desgaste y erosión entre los moáis, lo que apuntaría «a discrepancias mayores en cuanto a sus edades».
Robert Schoch junto a su esposa Catherine Ulissey durante la visita a la isla de Pascua. 
«Algunos están enterrados en más de 6 metros de sedimentos. Tal nivel de sedimentación puede suceder rápidamente, por ejemplo, si tuvo lugar un alud catastrófico o un gran tsunami azotó la isla. Sin embargo, no pude encontrar ninguna evidencia que avalara estos escenarios —además que los aludes o tsunamis hubieran tirado las estatuas—. En su lugar, y a la luz de mi criterio profesional como geólogo, los sedimentos alrededor de ciertos moáis sugieren una antigüedad más extrema de la que la mayoría de los arqueólogos convencionales e historiadores están dispuestos a aceptar», señala Schoch.
Otro punto a discriminar es la litología (el tipo de roca). Los moáis primigenios han sido trabajados finamente en el duro basalto, mientras que los posteriores, en comparación, fueron esculpidos a partir de la toba volcánica.
Existe un moái de basalto (actualmente alojado en el museo de la isla de Pascua) que se diferencia del resto por su singular forma: tiene cabeza alargada y pechos bien definidos. Un moái primigenio femenino, mientras que la mayoría son masculinos.
Asimismo, los pocos moáis de basalto fueron encontrados en niveles estratográficos más profundos, bajo otros moáis y bajo plataformas donde en tiempos posteriores fueron erigidas otras estatuas, o bien fueron (re)utilizados para otras estructuras. Esto indica claramente que son los más antiguos en toda la isla.
Canteras sumergidas
Otro puzle mayor, que es directamente aplicable a la cronología y edad de los moáis, es el hecho de que varias de estas estatuas aún se encuentran «acostadas», expuestas y parcialmente esculpidas en sus canteras de origen. Pero he aquí que estas canteras solo pueden responder por los moáis fabricados a partir de la toba volcánica; aquellas desde las cuales los moáis de basalto fueron creados jamás han sido localizadas, a pesar del pequeño tamaño de la isla.
«Basado en la geología de la isla de Pascua, espero que cualquier depósito de basalto adecuado esté en la sección estratográfica más baja, tanto que quizás llegue a estar bajo el nivel del mar», explica Schoch.
Esto quiere decir que las canteras de donde surgieron los moáis de basalto pueden estar bajo el mar… pero… ¿cómo puede ser esto posible? Es difícil de concebir que los antiguos isleños trabajaran la roca bajo el agua —y una roca que no es tan fácil de cortar como aquella de origen volcánico—.
El moái Hoa hakananai, en basalto, en exhibición en el Museo Británico. Fue extraído en 1868 del interior de una estructura en Orongo, donde había sido reutilizado. Su espalda presenta señales de haber sido parcialmente tallada en un periodo posterior al que fue creada la estatua original (Van Tilburg 2007). 
«Si aceptamos la idea de que estas “canteras perdidas” están bajo el mar ahora, entonces debemos considerar que los moáis de basalto son extremadamente antiguos, pues fueron cortados y extraídos cuando el nivel del mar era inferior», añade Schoch.
Y con «extremadamente antiguos», el geólogo se refiere al final de la última glaciación (¡hace 12.000 años!), cuando el nivel del mar comenzó a incrementarse dramáticamente pudiendo, en teoría, inundar las presuntas «canteras perdidas».
«De ser [las canteras] localizadas en la costa bajo el mar, su profundidad y configuración geológica nos permitirá saber su antigüedad y seguramente desencadenará una revolución mayor en lo que sabemos acerca de la edad, origen, importancia y sofisticación de la cultura de la isla de Pascua», señala Schoch.
Cantera en el cráter volcánico Rano Raraku, isla de Pascua.
Y si piensan que este tema de las canteras sumergidas se trata solo de la elucubración de un geólogo heterodoxo, están equivocados. Se dice que cuando el famoso explorador francés Jacques-Yves Cousteau (1910-1997) visitó la isla, un equipo de buzos detectó agujeros o cavidades de aspecto sospechosamente rectangular cerca de la costa. ¿Acaso eran los vestigios de las ancestrales canteras de basalto?
¿Isla de gigantes?
Una fascinante leyenda de la isla de Pascua relata que uno de sus fundadores, el rey Hotu-Matua, provino de una tierra llamada Hiva que se habría hundido lentamente bajo el mar (Mazidre, 1968). Si decidimos darle crédito, ¿era gente huyendo de los efectos de la última glaciación? ¿Llegaron a una isla que en ese entonces era más grande y prominente? Dicho escenario es, sin duda, compatible con la noción de las canteras —actualmente— submarinas.
Otra leyenda local —una de las más conocidas—, apunta a que la isla fue «descubierta» y colonizada por dos «razas» en tiempos anteriores al contacto con los europeos: los Hanau Eepe y los Hanau Momoko. Estos nombres han sido traducidos respectivamente como los «Orejas Largas» (refiriéndose presuntamente al lóbulo artificialmente distendido, como el de los moáis) y los «Orejas Cortas». También se ha sugerido que estos términos remiten a seres altos y robustos por un lado (¿gigantes?) versus seres de contextura normal por el otro.
De acuerdo a algunas tradiciones e interpretaciones, los Hanau Eepe también se caracterizaban por tener un tono de piel más blanco e incluso cabello rojo, al contrario de los más morenos Hanau Momoko.
Moái siendo desenterrado. Crédito: EISP.org
Fueron los Hanau Eepe quienes importaron a la isla de Pascua la técnica para esculpir moáis y otras artes de la civilización, y generalmente dominaron —y hasta esclavizaron— a los Hanau Momoko.
Esta situación se acabó cuando los subyugados se rebelaron ante sus amos, librando una épica batalla que terminó con la vida de los poderosos Hanau Eepe.
¿Eran los «gigantes» Hanau Eepe sobrevivientes de la Atlántida que esparcieron su «sabiduría» por todo el globo acaso? ¿Explicaría esto las coincidencias arquitectónicas entre el muro de Ahu Vinapu en la isla de Pascua y los de Cusco en Perú?
Izquierda: Ahu Vinapu, isla de Pascua. Derecha: Muro inca en Cusco. 

dissabte, 20 de gener del 2018

La gran revolución del antiguo Egipto, reescrita por arqueólogos españoles


El relato de la revolución político-religiosa más antigua de la historia, la implantación del monoteísmo en el Egipto de los faraones hace unos 3.300 años, está siendo reconstruido por un equipo de arqueólogos españoles, liderado por Francisco Martín Valentín y Teresa Bedman.

En una entrevista a Efe, los arqueólogos desvelan que a lo largo de su última campaña de excavaciones en Luxor, en el sur de Egipto, desarrollada entre octubre y diciembre, han logrado las pruebas que corroboran de forma "casi matemática" la tesis de la corregencia entre el faraón Amenhotep III y su hijo Akenatón, que defienden desde hace años.

Bedman detalla que la misión española ha encontrado este año estelas y tapones de jarras que "dejan mucho más claras" las fechas de los acontecimientos de esa época, una de las más convulsas de la historia del antiguo Egipto.

Hasta ahora, ese periodo también era uno de las más oscuros, porque los faraones posteriores ordenaron borrar todo rastro de esos dos reyes, que se levantaron contra el clero, instauraron el monoteísmo y se proclamaron dioses vivientes.
 
 
Akenatón
 

Por ello, hasta ahora nunca estuvo claro si Akenatón había llevado a cabo la revolución religiosa a solas tras la muerte de su padre, ni si habían compartido o no el poder, un hecho que el equipo español cree haber demostrado con el hallazgo de unos jeroglíficos en 2013 y corroborado ahora.
"Si no tienes un momento cronológico que sea como un mojón que todo el mundo diga 'esto es así', te lo pueden discutir. Lo teníamos, lo habíamos probado y ahora lo confirmamos.

Sabemos qué pasó y cuándo. (...)

El tema es grandioso, una vez que lo desarrollemos será un hito desde el punto de vista historiográfico", sentencia Martín.
Los arqueólogos han logrado precisar que Akenatón subió al trono en el año 28 del reinado de su padre y que ambos compartieron el poder durante una década.

Sin embargo, Martín incide en que a partir del año 30 de esa era, Amenhotep se transforma en el dios Atón y su hijo continúa a su lado como rey y sumo sacerdote.

Estos detalles, apunta el egiptólogo, son "fundamentales" porque explican una lucha por el poder con el clero que se remonta a los inicios de la dinastía XVIII.
"Se trata de quién tiene el poder, quién lo ejerce.

Inventaron un sistema grandioso, hacen un solo dios, que se puede ver y al que se puede pedirle cosas, sin hacer falta la intermediación sacerdotal.

Eso es una revolución política, religiosa e intelectual de primer orden", explica Martín.
Sin embargo, todavía hay incógnitas por desvelar...
 
Por ejemplo, los españoles todavía dudan de si en efecto el sistema fundado por Amenhotep III se trataba de monoteísmo o si, en cambio, admitía la existencia de otros dioses subordinados a Atón.

Estos hallazgos obligan a recortar la cronología de la dinastía XVIII en once años, lo que implica "reubicar" a los personajes más famosos del antiguo Egipto, entre ellos Akenatón, Nefertiti o Tutankamón.
 
 
El equipo de la misión 'Viisir Amen-Hotep Huy',
junto a la Tumba 'AT-28),
 localizada en Asasif (Luxor).
PROYECTO VISIR AMEN-HOTEP HUY / IEAE.
 
"Podemos proponer con solidez que Amenhotep III, y no Akenatón, fuera el padre de Tutankamón.

Eso cambia todo 180 grados, da la vuelta a todo el tema y es uno de los casos que es consecuencia de esta documentación", prosigue Martín.
Los hallazgos de la misión española son fruto de las excavaciones que llevan a cabo desde 2009 en la tumba del visir Amenhotep Huy, quien fue gobernador del faraón homónimo y que se opuso férreamente a la revolución religiosa, lo que le costó caer en desgracia y, tal vez, ser "liquidado".

Siglos después, tras la restauración del politeísmo en Egipto, los faraones restituyeron la figura del visir y convirtieron su tumba en un lugar de culto, sagrado.

La tumba sirvió incluso a lo largo de los siglos como fábrica de momias - la única que se conoce - y después ha continuado siendo considerado como un lugar "mágico".

Los arqueólogos han encontrado documentos muy recientes, de los siglos XVIII y XIX, que dan cuenta de que se seguían haciendo "conjuros" y rituales mágicos en ese lugar, lo que muestra que la tumba tiene,
"una vida constante en el imaginario tebano" y que, de hecho, la "civilización faraónica no se ha cortado hasta hoy".

dissabte, 13 de gener del 2018

LAS CASAS DE LOS DRAGONES DE LA ISLA DE EUBEA




Casa de dragones del Monte Oque
foto Klaus Norbert en Wikimedia Commons


A estas alturas parece imposible que edificios antiguos tan grandes como las casas de dragones de la isla griega de Eubea no hayan podido ser datados, y que no se sepa prácticamente nada sobre ellas.

Las casas de dragones (en griego Drakospita) son 20 grandes edificios repartidos por el sur de la isla de Eubea, la sexta más grande del Mediterráneo, situada frente a la costa oriental de la Grecia continental.

Son construcciones rectangulares a base de enormes piedras, del tipo conocido en la antigüedad como ciclópeo, colocadas unas sobre otras sin ningún tipo de mortero o argamasa.
 
Los espacios entre ellas se rellenan con otras piedras de menor tamaño, y el techo se cubre con placas de piedra igualmente grandes dejando un hueco para la entrada de luz (o para la salida de humo del hogar o la vista de estatuas de deidades en el interior, según las interpretaciones).

Las mejor conservadas son la del Monte Oque, en el extremo sureste de la isla y a unos seis kilómetros al norte de la localidad costera de Caristo; y las tres de Palli-Lakka, en la zona de las antiguas canteras de mármol en el Monte Kliosi.

Se las denomina casas de dragones no porque su construcción se atribuya a estos animales mitológicos, sino porque la tradición local atribuía a sus desconocidos creadores poderes sobrehumanos, dado el tamaño de los bloques de piedra.
 
 

Vista de la casa de dragones del Monte Oque
foto Shutterstock
 

Aunque fueron descritas por primera vez a finales del siglo XVIII todavía hoy se carece de una datación exacta de los edificios.
 
Algunos especialistas opinan que pueden remontarse al siglo VII a.C., siendo los precursores de los posteriores templos griegos. Otros los consideran construcciones defensivas de época helenística, del siglo III-IV a.C.

Su descubridor fue el geólogo británico John Hawkins, que ascendió al monte Oque (1.398 metros de altitud) el 21 de octubre de 1797.
 
Allí encontró una construcción que inspeccionó y de la que realizó dibujos y esbozos, llegando a la conclusión de que debía ser más antigua que los templos clásicos.
 
 

Interior de una de las construcciones de Palli-Lakka
foto Klaus Norbert en Wikimedia Commons
 

En los años siguientes numerosos arqueólogos visitaron el lugar, como Heinrich Ulrichs, quien publicó una monografía al respecto en 1842.
 
El francés Jules Girard llegó diez años después, recogiendo ya descripciones de las construcciones de Palli-Lakka. Todos ellos apuntaron las similitudes con las construcciones micénicas de Tirinto y Micenas, especialmente en la configuración del techo.
 
Así se las consideró hasta que Theodor Wiegand estableció en 1896 que no tenían ninguna relación.

Y ya en tiempos más recientes las principales investigaciones son las de los norteamericanos Jean Carpenter y Dan Boyd.
 
 

Vista de la puerta desde el interior en el Monte Oque
foto Klaus Norbert en Wikimedia Commons
 

El edificio del monte Oque está situado a 1.386 metros de altitud y tiene unas dimensiones de 12,7 por 7,7 metros, con una puerta en el centro del muro sur, de 2 metros de altura por uno de ancho y coronada por un enorme dintel de 10 toneladas de peso que sobresale por encima de ella, y pequeñas ventanas a los lados.

Los muros tienen un espesor medio de 1,4 metros, adecuado para soportar el pesado techo de piedras, y el interior se eleva hasta los 2,4 metros.
 
La superficie de la construcción es de 48 metros cuadrados y todo el piso estaba igualmente recubierto con paneles de piedra.

Las tres construcciones de Palli-Lakka son muy similares en dimensiones a la del monte Oque, pero los muros son menos gruesos, de tan solo 1,1 metros de media.
 
Los bloques de piedra utilizados son de menor tamaño y, en general, el estilo es más rústico, menos elaborado y posiblemente más antiguo.
 
 

Vista superior de la casa de dragones del monte Oque
foto Klaus Norbert en Wikimedia Commons
 

No existe en las fuentes antiguas absolutamente ninguna referencia a estos edificios, por lo que toda la información disponible al respecto procede de las leyendas y el folklore de las zonas donde se encuentran.

Las excavaciones llevadas a cabo en 1959 en el edificio del monte Oque sacaron a la luz fragmentos de cerámica de época helenística y algunas cerchas, en una de las cuales hay un pequeño texto en una escritura desconocida, que hoy se guardan en el museo arqueológico de Caristo.

Entre 2002 y 2004 investigadores del departamento de astrofísica de la Universidad de Atenas estudiaron la orientación de la casa del monte Oque, llegando a la conclusión de que coincidía con la aparición en el firmamento de Sirio hacia el año 1100 a.C. y apuntando una posible función como observatorio astronómico.

A falta de una investigación más exhaustiva, las casas de dragones continúan siendo un pequeño misterio para los arqueólogos.
 
Bien podrían ser la clave para entender la evolución de la arquitectura griega posterior, o por el contrario simples refugios de pastores anteriores a la conquista romana.
 
 
 

Fuentes

dijous, 11 de gener del 2018

Cae otro mito transgénico: el “arroz dorado” atrofia los cultivos



El llamado arroz dorado es uno de los mitos más caros de la industria biotecnológica para intentar cambiar el rechazo generalizado a los transgénicos.
Lo presentan como el arquetipo del transgénico bueno porque es un arroz que expresa un precursor de la vitamina A, cuya falta es una deficiencia importante para muchas personas que padecen malnutrición y que en casos extremos puede llevar a la ceguera. Sus promotores no han logrado probar que en la práctica realmente sirva para aportar vitamina A. Además, en 2017, científicos en India dieron cuenta de un experimento de campo que mostró que al integrar ese constructo transgénico al arroz, cayó el rendimiento y la calidad del cultivo de tal modo que la cosecha fue inservible.
El llamado arroz dorado ha sido usado abundantemente como arma de propaganda. Una carta –nada científica– firmada por un ciento de Premios Nobel en 2016 fue quizá el ejemplo más ilustrativo de la manipulación que ha hecho la industria de los transgénicos con este arroz. La carta está plagada de falsedades, que deberían avergonzar a quiénes la firman y a quiénes siguen citándola como si fuera un documento serio. (https://tinyurl.com/y9742ang)
Este tipo de campañas no sorprende por parte de la industria agro-biotecnológica, en la que se cuenta empresas como Monsanto, de la que se ha probado hasta casos de corrupción para aprobar sus productos, por ejemplo en Indonesia. Lo sorprendente en este caso es que el arroz dorado no existe funcionalmente, ya que ni los científicos que lo promueven ni Syngenta, que lo tiene patentado, han logrado hasta ahora producir una línea estable de arroz dorado que cumpla con los beneficios que le atribuyen.
A esto se sumó en 2017 que en experimentos de campo realizados en la India, el constructo transgénico transferido a una de las mejores variedades de ese país dañó significativamente la productividad y calidad del arroz. Un equipo de científicos hizo un estudio introduciendo los rasgos transgénicos para hacer arroz dorado con la variedad Swarna, una variedad muy productiva de la India. El arroz resultante expresó provitamina A, pero el rendimiento bajó drásticamente, con plantas enanas, hojas pálidas, muy pocos granos y raíces laterales anormales.
Luego de análisis detallados, el equipo concluyó que la atrofia de las plantas se debió a la interferencia del constructo transgénico del arroz dorado con la producción de auxinas, hormonas vegetales propias del arroz que promueven su crecimiento. (Bollinedi et al, 2017 https://tinyurl.com/y 94t6bjp)
Al respecto, la Dra. Allison Wilson reflexiona en un artículo en Independent Science News en octubre 2017, que con impactos imprevistos de tal gravedad, es hora de decir adiós a este costoso y fallido experimento. (https://tinyurl.com/yb74o8d4)
Los que promueven los transgénicos aseveran que si este arroz no pudo llegar a comercializarse, fue por la oposición de organizaciones ambientalistas a los transgénicos, lo cual habría impedido a los niños del tercer mundo acceder a él. La realidad, afirma Wilson, es que después de dos décadas y pese a una cantidad enorme de recursos, tiempo y apoyo financiero inusitadas para cualquier investigador público, queda claro que son problemas intrínsecos al desarrollo de OGM lo que ha impedido su comercialización. Según el Dr. Jonathan Latham, director de Bioscience Resource Project y citado en el mismo artículo, “el arroz dorado de Syngenta causó un colapso metabólico [en el arroz de India] … Las críticas clásicas a la ingeniería genética en el desarrollo de cultivos se basan por una parte en que el ADN foráneo introducido perturba las secuencias genéticas nativas y por otra en que habrán interferencias imprevisibles del metabolismo normal de las plantas. La experiencia con el arroz dorado ejemplifica ambas fallas a la perfección”.
Esto es el problema fundamental de la ingeniería metábolica, afirma Wilson. Parece ser más fácil alterar artificialmente el metabolismo de las plantas –por ej, para que produzcan el precursor de la vitamina A– que controlar que no ocurran alteraciones imprevistas al mismo tiempo, con efectos negativos para el desarrollo de los cultivos.
El denominador común de los experimentos con ingeniería genética, transgénicos y la ahora llamada edición genómica es el enfoque extraordinaria e intencionalmente estrecho para apreciar tanto los problemas que se supone quieren solucionar, como los medios para conseguirlo.
Por ejemplo, se enfoca sólo en la deficiencia de vitamina A, aislándola de la situación general de pobreza y malnutrición (que provoca muchas otras deficiencias) de quienes la padecen. En Filipinas –país donde se desarrolla el arroz dorado– las campañas para mejorar la alimentación, volviendo a integrar verduras y arroz tradicionales en la dieta, han dado excelentes resultados para cubrir la deficiencia de vitamina A de forma durable, con un costo muchísimo menor. Ya ni siquiera se considera un problema de salud pública.
La solución tecnológica propuesta por la industria y biotecnólogos, ignora además (u obvia intencionalmente) la complejidad de los genomas y sus interacciones dentro de los organismos y en la co-evolución con los agro y ecosistemas, produciendo aberraciones como sucedió con una de las más productivas variedades de arroz de la India.
Por todo ello es absurdo que empresarios-biotecnólogos en México, como F. Bolívar Zapata, Luis Herrera Estrella y A. López Munguía, usen el mito del arroz dorado como ejemplo para defender la siembra de maíz transgénico en México. No convencen a nadie –o quizá a algún desinformado– pero le sirven bien a Monsanto y Syngenta. (https://tinyurl.com/y8auu5qq)
* Investigadora del Grupo ETC

diumenge, 7 de gener del 2018

Quipu: Misterioso código Inca es descifrado por alumno de Harvard

Quipu: Misterioso código Inca es descifrado por alumno de Harvard

Los incas no tenían sistema de escritura, pero sí un impresionante sistema de codificación conocido como quipus a partir de conjuntos de cuerdas con nudos de diferentes colores. En el mundo hay casi un millar de estos ejemplos de «código incaico», pero nadie ha conseguido determinar qué historias encierran estos sistemas de cuerdas que tienen la apariencia de meros objetos de artesanía.
Ahora, un estudiante de la Universidad de Harvard, Manny Medrano, cree haber descifrado finalmente el secreto código. Apasionado de las matemáticas, la economía y también de la la arqueología, el joven dedicó parte de sus vacaciones a analizar seis quipus de una colección en manos de un ciudadano italiano ahora residente en Perú.
Grabado del siglo XVI mostrando un chasqui, mensajero inca, con quipus en su mano izquierda.
Grabado del siglo XVI mostrando un chasqui, mensajero inca, con quipus en su mano izquierda.
«Pensamos en el lenguaje como algo hablado o escrito», reflexiona Medrano. «Pero los quipu realmente rompen ese límite y hacen del lenguaje algo que se puede percibir, tocar y manejar con los manos», añade.
El ingenioso joven realizó gráficos a partir de los quipus de los que disponía y los comparó con un antiguo documento de un censo de las autoridades españolas que procedía de la misma región de los códigos incaicos. «Hubo una coincidencia que era demasiado fuerte para que fuera aleatoria», relata el estudiante.
QUIPU — Si bien se sabe que fue usado como un sistema de contabilidad por los administradores del Imperio inca, ciertos autores han propuesto que podría haber sido usado también como un sistema gráfico.
QUIPU — Si bien se sabe que fue usado como un sistema de contabilidad por los administradores del Imperio inca, ciertos autores han propuesto que podría haber sido usado también como un sistema gráfico.
Entonces Medrano notó que el número de colores únicos de las cuerdas casi coincidía con el número de nombres recogidos en el censo español. Por ejemplo, si había ocho Felipes, todos estaban indicados por un color, mientras que los Josés estaban marcados con otro.
Todos los quipus eran similares y provenían de un sitio funerario situado en un valle de la costa norte de Perú, mientras el documento español hacía referencia a 132 contribuyentes de una aldea. En total, los seis quipus tenían exactamente 132 conjuntos de seis cuerdas cada uno.
Ejemplo de nudo de quipu.
Ejemplo de nudo de quipu.
«Había muchas combinaciones de colores diferentes, ya fuera en colores sólidos o de dos colores juntos», explica Medrano, que concluye que era «suficiente diversidad para codificar un idioma».
El próximo mes de enero, Medrano y el especialista en quipus de la Universidad de Harvard Gary Urton publicarán un artículo en la revista Ethnohistory en el que se describirán en detalle los referidos hallazgos.

Visto en:

 https://portalancestral.com/quipu-misterioso-codigo-inca-es-descifrado-por-alumno-de-harvard/

ADMINISTRADOR

El misterio del código Inca, descifrado por un estudiante de Harvard

dimarts, 2 de gener del 2018

Magnifico sistema de gestion del agua en la China de hace 5100 años

 


Cuatro años de excavaciones han desenterrado un inmenso proyecto de ingeniería del agua creado en China hace unos 5.100 años.
 
Esto es anterior al sistema comparable más antiguo conocido, que es de Mesopotamia y data de hace unos 4.900 años.

Sólo se tardó una década para que las 3.000 personas estimadas construyeran el sistema de gestión del agua y los investigadores necesitaron casi la mitad de ese tiempo para excavarlo.
 
Newsweek informa que los investigadores estuvieron trabajando en el sitio de 2009 a 2013.
 
El equipo utilizó muestras arqueológicas, datos de teledetección, modelos geográficos e imágenes satelitales mientras intentaba discernir cómo se manejaba el agua en la región del Delta del Yangtze entre los años 5300 a.C. y 4300 a.C.
 
Hablando sobre el tiempo estimado para la construcción del proyecto de ingeniería, la autora del estudio (Earliest Hydraulic Enterprise in China, 5,100 Years Ago) Yijie Zhuang, del Colegio Universitario de Londres, dijo a Newsweek que,
"las presas se construyeron de forma sorprendentemente rápida dada su gran escala".


La investigación arqueológica ha desenterrado un extenso e intrincado sistema de presas altas, bajas y diques.
 
Los investigadores escriben en su trabajo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS),
"junto con los restos bien excavados de la ciudad de Liangzhu y sus campos de arroz, los nuevos hallazgos representan uno de los mayores esfuerzos de la ingeniería del paisaje hidráulico en el mundo antiguo".
Liangzhu era una sociedad neolítica agrícola que existió en China desde aproximadamente 3300 a.C. hasta 2300 a.C.
 
La gente de esta cultura vivía a lo largo de las partes bajas del Delta del Río Yangtze de China, en lo que hoy es la provincia de Zhejiang.
 
Hasta el reciente descubrimiento del sistema hidráulico, los restos arquitectónicos de la cultura Liangzhu eran conocidos por incluir las,
  • murallas de la ciudad
  • residencias
  • muelles
  • talleres
  • altares
  • tumbas
 

Un estudio de la cultura de Liangzhu muestra que estas personas,
"poseían conocimientos sobre el tejido de seda, el lacado entre otras cosas en la construcción de madera. Sin embargo, esta cultura es quizás mejor conocida por sus sofisticados artefactos de jade".


Estos artefactos fueron probablemente usados para propósitos rituales, y los dos tipos más prominentes son conocidos como,
  • cong (琮)
  • bi (璧)
Un cong es un,
"tubo cuadrado con agujero redondo".
Un bi es,
"un disco ancho con agujero central".
Miles de bi han sido desenterrados de tumbas de la élite Liangzhu.
 
 
Cong y Bi en Jade
encontrados en una zona de entierro
Cultura Liangzhu
 

El documento PNAS sobre el sistema de gestión del agua describe lo que el reciente descubrimiento puede decirnos acerca del pueblo Liangzhu:
"La cultura de Liangzhu representó un pico de desarrollo cultural y social temprano anterior a las dinastías chinas históricamente registradas.

Por lo tanto, este estudio revela más sobre los orígenes antiguos de la ingeniería hidráulica como un elemento central de los desarrollos sociales, políticos y económicos (...)

Concurrente con la evidencia de los logros tecnológicos y el éxito económico, una relación única entre el orden ritual y el poder social se ve en los objetos de jade renombrados en los entierros de la élite de Liangzhu, ampliando así nuestra visión más allá de la vista".
 


Se dice que el inmenso sistema hidráulico ha soportado la antigua ciudad de Liangzhu con un tamaño estimado de unas 300 hectáreas de estructuras.
 
Su descubrimiento proporciona un nuevo aspecto a la historia del Liangzhu y también está reescribiendo la historia de la ingeniería china temprana...

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