divendres, 7 de desembre del 2018

Rosemary Brown - Schumann: Longing






                                          

Las partituras provenientes del más allá de Rosemary Brown

 

“Ellos me dictan sus partituras, yo solamente escucho y tomo nota de las mismas”. Rosemary.
Rosemary Bown, nació un 27 de julio del año 1916 en la ciudad de Londres. Sus primeros años de vidas, transcurrieron como cualquier niña normal de su época. Pero a los 7 años Rosemary fue presentada al mundo de los músicos muertos.
En su primera visión un anciano de pelo blanco largo y una sotana negra al viento, le dijo que era un compositor y que con el correr de los años la convertiría  en un músico famosa. La imagen de aquel hombre fantasmal quedo grabada en la mente de la pequeña niña. Fue cuando después de muchos años de su primera visión reconoció a aquel hombre en una fotografía, era Franz Liszt.
Franz Liszt
Franz Liszt (1811-1886)
Franz Liszt (1811-1886), fue un prodigioso pianista. Fue amigo, promotor  y benefactor de muchos compositores de su tiempo, entre ellos Frédéric Chopin , Richard Wagner , Héctor Berlioz , Robert Schumann, entre otros.
No fue hasta el año 1948, cuando Rosemary adquirió un piano derecho de segunda mano, y tomó algunas lecciones durante tres años.  En 1952 se casó con Charles Brown, un científico del gobierno. Ellos tuvieron un hijo y una hija antes de que su marido muriera en 1961.
En 1964, Liszt se presentó nuevamente ante ella, junto a otros grandes compositores, incluyendo a Beethoven y Chopin. Fue en ese momento cuando Rosemary comenzó realmente su tarea, anotando las sinfonías inconclusas y comunicando su creencia de que la muerte no existe: los grandes músicos siguen componiendo.
La señora Brown aclara que la música ya está compuesta, ella solamente escucha y transcribe lo que los músicos le dictan. Las piezas que transcriben no son esbozos; son composiciones completas, casi siempre para piano.
El concertista de piano Hephzibah Menuhin dijo: “Considero estos manuscritos  con un gran respecto. Cada pieza que he leído tiene el estilo propio de cada compositor.
Leonardo Bernstein y su mujer recibieron a la señora Brown, en la misma ciudad de Londres y quedaron sumamente impresionados por las partituras y por la sinceridad de Rosemary, afirmando que la música era de los difuntos compositores.
El compositor británico Richard Rodney Bennet afirmo:
“Mucha gente puede improvisar, pero no se puede falsificar este tipo de música sin años de entrenamiento. Ni yo mismo hubiese podido falsificar algunas de las cosas de Beethoven.”

Haciendo contacto

Las personas que han observado el proceso en el cual Rosemary recibe información de los compositores muertos quedan asombrados por la velocidad en que la señora escribe la música. La observan gesticular y dialogar fervientemente con sus músicos guías invisibles.
Con la pluma apoyada en las hojas de música, levanta su cabeza y dice, “Ya veo…” “Estos compases van aquí… No; ya entendí, lo siento. Va demasiado rápido para mi Sr. Franz Liszt”. Nuevamente baja su cabeza y comienza a escribir a una velocidad abrumadora.

Muchos se han comunicado conmigo

Desde 1964, la señora Brown, según cuenta ha tenido varios contactos con diferentes personalidades del arte, como ser poetas, dramaturgos, filósofos y hombres de ciencia. Vincent van Gogh pinto oleos utilizando a la señora Brown. Albert Einstein también se ha comunicado, explicándole con mucha paciencia conceptos técnicos de su teoría, y reforzando la creencia en otros planos de existencia.

Rosemary Brown una impostora?
Los escépticos señalan que la música que llega desde el más allá a la mente de la señora Brown de los grandes compositores está muy por debajo de su mejor nivel, y con frecuencia se parece a su obra juvenil.
El psicólogo Robert Kastenbaum analizó las composiciones musicales de Brown y llegó a dudar que fueron dictadas a Brown por espíritus de compositores bien conocidos. Según Kastenbaum: los compositores solamente eran personalidades secundarias de la propia Brown.
Tras escuchar el álbum de composiciones de la médium, Alan Rich, del New York Magazine, concluyó que sus piezas eran simplemente “adaptaciones de baja calidad de algunas de las mejores composiciones de los músicos más conocidos”.

Reflexión Final

Rosemary se unio definitivamente con sus maestros un 16 de noviembre de 2001, a los 85 años de edad. Al final de su vida dejo un gran legado artístico, constaba de aproximadamente 1500 piezas musicales, diversos volúmenes de poesías, ensayos de física, pinturas, varias obras de teatro y dos autobiografías.
Algunos psíquicos creen que nuestras inspiraciones se originan en los llamados “registros akasicos”, es allí de donde proviene toda la sabiduría, una gran biblioteca global. En ciertos estados mentales, o en personas muy sensitivas, esta sabiduría se vuelve accesible a la mente humana. Quizás la señora Brown podría ser una de esas personas cuya sensibilidad la llevo a conectarse con Beethoven o Chopin. Quizás Rosemary  nos ha engañado a todos nosotros, o talvez su subconsciente dicto las partituras musicales. Las partituras provenientes del más allá de Rosemary Brown seguirán siendo parte de lo inexplicado.

https://loinexplicado.com/parapsicologia/las-partituras-provenientes-del-mas-alla-de-Rosemary-Brown