dimecres, 2 de maig del 2018

Teoría monetaria moderna o Modern Monetary Theory


El actual número de escuelas de pensamiento económico es algo que puede llegar a sorprender a los que se aproximan a la economía en un primer momento. El contacto directo con la ética, la filosofía, la política o con la especificación de intereses (como pueden ser escuelas versadas en el estudio del historicismo, o la instituciones), hacen que una ciencia como la economía diversifique mucho su esfera de pensamiento. Una de ellas, es la Modern Monetary Theory.

Presentada por G. F. Knapp en 1895, y siendo revivida en gran parte por Abba P. Lerner, se define a si misma como el estudio especifico sobre sistemas monetarios modernos, sin ideologías, ni elucubraciones que vayan más allá de la simple lógica tras el funcionamiento real del sistema monetario.

Lo primero que empiezan enseñando es la simple realidad de que un sistema económico no tiene ninguna “restricción” monetaria como si la puede tener una familia. Una sistema puede introducir dinero simplemente prestándoselo a los bancos desde el banco central (Aka: imprimir billetes). De hecho, tal como yo mismo he clamado alguna vez, es sustancialmente inadecuado comparar el funcionamiento económico de un país con el de una familia. También es inadecuado emplear estos sistemas para razonar sobre el caso de la eurozona, ya que su banco central no está a disposición de los países de la eurozona, sino del conjunto, muy heterogéneo.

Aquí viene la bomba que a muchos no les gustará y que hará que tomen a esta escuela con malos ojos: El no tener restricción permite al gobierno alcanzar el pleno empleo sin afectar a los precios ajustando el balance fiscal del gobierno a la fluctuación del gasto del sector privado. (Joder, otros keynesianos…).

Uno de los métodos empleados podía ser el llamado: Job Guarantee o “Garantía de trabajo”, que consiste en que el gobierno garantice un trabajo al salario mínimo en el sector público. Así, en vez de gastar dinero en estímulos que acabaran o no aumentando la demanda interna del país, este mecanismo aumentaría el empleo de forma automática, desde abajo.
No tener restricción a la hora de emitir billetes no significa que no debamos imponérnoslas. El tamaño del déficit importa. Gastar demasiado puede llevar hacia la inflación, lo cual convertiría el sistema monetario en algo prácticamente intratable, caos puro. El problema, por tanto, es sobre la inflación, es todo en lo que hay que fijarse, no en si el déficit es positivo o no.

Las razones por las que hay que intentar disminuir la tasa de desempleo a corto plazo es por sus efectos reales sobre el sistema a medio y largo plazo: Además de significar una situación desfavorable para un ciudadano que ve mermados sus ingresos, afecta al capital humano, el crimen, los costes médicos, la perdida de habilidades, perdida de motivación, incremento de desigualdades…

¿No se incrementarán los precios con la simple emisión de dinero?

Parten de la conocida ecuación de Fisher: M*V=P*Y. Donde la cantidad total de dinero por la “velocidad” a la que circula iguala el valor nominal de la producción. Se alude a la constancia tanto de V como de Y, en pleno empleo, para argüir que, si incrementamos M (emitiendo billetes), lo único que sucede es que aumentan los precios (P). Pero en situaciones recesivas Y no es constante, puesto que estamos utilizando menos capacidad de la potencial, y V se ha demostrado ser muy volátil.

Al sobrevenir una crisis, la gente prefiere guardarse el dinero, no comprar, por miedo al futuro, lo cual hace bajar V. Puesto que los precios son rígidos (pensamiento también próximo al keynesiano), esto hará que Y (la producción) baje. Si el incremento de M se utiliza para aumentar Y directamente (vía empleando desempleados) no habrá mayor problema.

Sobre la deuda generada

Hay que entender plenamente su concepto sobre el gasto acaecido por el gobierno. La deuda puede aumentar tanto como se quiera puesto que no es un perjuicio para futuras generaciones. No hay que entender la deuda como algo que “habrá que pagar”. La deuda está financiada con los bonos del estado, elemento que, para la MMT es sustitutivo del propio dinero. La deuda acabará siendo una suma de los bonos emitidos por el gobierno, así como la masa monetaria es la cantidad de dinero emitida por el banco central. Ninguna de las dos debe ser devuelta. En el momento que se quiera el banco central puede “comprar” estos bonos, intercambiando en el sistema títulos del estado por simple dinero. Tener bonos es como tener dinero, tanto teórica, como empíricamente. Si quiere comprar algo solo tiene que intercambiarlos o usarlos de aval para un crédito hipotecario.
 
 
Falsedades no aplicables a un país con soberanía monetaria
La mayoría de economistas y medios de comunicación en líneas generales utilizan una serie de afirmaciones que no son más que meras creencias falsas. Veámoslas:
  • Es falso que los gobiernos estén sujetos a restricciones presupuestarias como las familias o las empresas.
  • Es falso que los déficits presupuestarios sean malos y una carga para la economía, salvo en una serie de circunstancias excepcionales.
  • Es falso que los déficits públicos hagan aumentar los tipos de interés, desmantelar el sector privado y aumentar la inflación.
  • Es falso que los déficits públicos confiscan ahorros destinados a la inversión.
Afirmaciones que sí son aplicables a un país emisor de moneda
Ahora veamos proposiciones que siempre son ciertas para un gobierno emisor de moneda:
  • El gobierno nombra una unidad contable y emite moneda denominada en dicha unidad.
  • El gobierno se asegura que haya demanda de su propia moneda al obligar a pagar las obligaciones fiscales en la misma.
  • El gobierno gasta aumentando el saldo de las reservas bancarias y recauda impuestos reduciendo dicho saldo.
  • Los bancos actúan como intermediarios el gobierno y el sector no público.
  • Los déficits públicos conllevan aumentos netos de los saldos de las reservas del sistema bancario y de los depósitos en los bancos.
  • El banco central fija el tipo de interés objetivo a un día. La tasa objetivo de los tipos de interés a un día es exógena.
  • El multiplicador monetario solo es una tas ex post de las reservas respecto a los depósitos.
  • El Tesoro coopera con el banco central para garantizar que sus cheques no sean devueltos; proporcionando nuevas emisiones de bonos para drenar excesos de reservas o haciendo que el Banco Central compre deuda soberana cuando los bancos sufren escasez de reservas (no es un préstamo sino una herramienta para alcanzar la tasa objetivo del tipo de interés día a día.
Solo un comentario final: estos principios no implican que el sector público deba gastar sin restricciones, como algunos puedan creer, y tampoco niegan que un gasto público excesivo sea inflacionario. Además el tipo de cambio puede verse afectado (se podría disparar la presión en pos de una depreciación de la moneda). Pero de ahí a falsedades generalizadas en economistas y medios hay un abismo.

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