Me permito reproducir una antigua entrevista con Susan George presidenta de honor de ATTAC internacional , pero que mantiene su plena vigencia.
Son ricos y quieren serlo mucho más. Podrían haberse citado en la última
cumbre de Davos o no, porque son a un tiempo realidad y ficción. Se
llaman Los solicitantes, y buscan respuestas para
mantener el capitalismo por encima de todo, incluso si eso implica
acabar con la democracia. Este es el hilo argumental del último libro de
Susan George, El Informe Lugano II (Deusto), en
el que la politóloga y analista franco americana y presidente de honor
de Attac analiza la realidad y la motivación que se esconden tras lo que
nos están contando de la actual crisis. A sus 79 años, George sólo
tiene un objetivo: que sus lectores se den cuenta que lo que está
pasando es un montaje para que los ricos sigan ganando la batalla de la
lucha de clases y se conciencien de que sólo con la lucha callejera es
posible plantarles cara.
Susan George : ´Ensayan con los españoles para ver cuánto aguantan´
"Lo importante no es el coche oficial, sino que el Estado gobierne para el mercado"
Estadounidense de nacionalidad francesa, Susan George (1934), activista y pensadora, es presidenta de honor de la Asociación para la Tasación de las Transacciones Finacieras y ayuda a la Ciudadanía (Attac). George denuncia el "austericidio" al que se somete a España
PACO CERDÁ| VALENCIA Decir de Susan George que es una activista y
pensadora es empequeñecer la figura de esta combativa estadounidense de 79 años
afincada en Paris. La activista
advierte de que "la democracia está en peligro ante el ataque de la clase
de Davos: una clase transnacional desvinculada de la suerte del resto de la
sociedad y compuesta por las altas finanzas, las empresas transnacionales y
algunos gobiernos que consideran que la democracia es demasiado lenta".
-Usted denuncia el "austericidio" de Europa.
-Es que la actual política de austeridad, en particular en Grecia y España,
es inaceptable. Es inaceptable que la mitad de jóvenes españoles no tenga
trabajo. ¿Para quién se gobierna? Porque esa es la gran cuestión en democracia.
Las constituciones de Estados Unidos, Francia -y me imagino que también la de
España- subrayan que el pueblo es soberano. Pero con este principio de
austeridad aprobado por Europa, ¿se gobierna para la gente o para los mercados
financieros?
-Cree entonces que el pueblo ya no es soberano...
-El pueblo está deviniendo cada vez menos soberano. Y con el Tratado de
Estabilidad, Coordinación y Gobernanza de la UE se está robando no solo el
poder a los ciudadanos, sino también a los representantes de los ciudadanos.
Por tanto, ni tenemos democracia directa, ni democracia representativa.
-Pero apenas reaccionamos...
-Está el frente de los indignados y algunos huelguistas. Pero la última
huelga en España no ha tenido éxito. Y pienso que es porque la gente tiene
miedo de perder su trabajo. Yo comprendo ese miedo, porque el miedo es la
disciplina de una sociedad capitalista, que usa el miedo individual para
disciplinar y calmar la población con el objetivo de que acepte lo que le
digan. De hecho, creo que los griegos y los españoles son como ratas de
laboratorio para ver qué nivel de castigo y sufrimiento puede ser aceptado por
esta sociedad sin que la gente se rebele. Eso puede alentar al fascismo.
-¿Considera que la extrema derecha saldrá reforzada?
-Es el paradigma clásico que ya vimos en los años 20 y 30: el poder de la
extrema derecha. Pienso que es normal. ¿Hacia dónde se volverán las personas
sin formación? Mirarán al vecino, al inmigrante que tienen al lado...
Desgraciadamente, es una reacción que ya hemos visto y para la que hemos de
estar preparados.
-Con la crisis, la población española ha redoblado sus críticas contra los sueldos y privilegios de los políticos. ¿Eso es desviar la atención de lo importante?
-¡Pero si son los banqueros a los que deberían criticar! La actual crisis es
la continuación de lo que ocurrió en 2007 y 2008 por culpa de los banqueros y,
en España, de la burbuja inmobiliaria, que al final también era culpa de los
bancos por dar préstamos imprudentes y alimentar esta burbuja. Sin embargo,
cuando estalló la burbuja, fue el Estado el que asumió la deuda privada. La
deuda pública de España era muy moderada cuando estalló la crisis. Sin déficit
y con el 50% de deuda pública, cuando se permitía tener hasta el 60%. ¡Estabais
perfectos, mejor que Alemania! Pero el Estado cargó con la deuda de los bancos.
Y ha gastado muchísimo dinero para capitalizar y salvar los mismos bancos que
habían causado el problema. Por eso la deuda pública aumentó muy rápidamente.
Es una respuesta muy larga a la pregunta, pero no es el coche oficial de los
políticos lo importante, sino que el Estado gobierna para los mercados
financieros y no para el pueblo. Se ha castigado a los inocentes y los
culpables han sido recompensados.
-¿Y, ante ello, qué pueden hacer los ciudadanos españoles?
-Unirse. Unirse los estudiantes, los parados, los jubilados, los
trabajadores, los sindicalistas, los agricultores... Todo el mundo ha de unirse
contra esta realidad. Porque la clase de Davos, que es la que gobierna por
ellos, está muy unida.
-En Pakistán, una niña que quería estudiar ha sido víctima de un atentado
que casi le arranca la vida. ¿El mundo está loco?
-No, el mundo no está loco. El mundo musulmán de los talibanes es sexista,
machista y tiene un miedo terrible a la mujer, a la sexualidad de la mujer y al
poder de la mujer. Y cuando ellos tienen el poder, lo utilizan para oprimir a
las mujeres. Puede llamársele locura, pero responde al interés de los hombres
por coartar la sexualidad femenina.
-Si Karl Marx resucitara y viera esta Europa, ¿qué pensaría?
-Él pensaría que la guerra de clases está acabando y que los ricos la están
ganando. De eso trata mi próximo libro, que publicará Planeta en España en
febrero y que se titulará El Informe Lugano 2. Cómo ganar la guerra de clases.
El subtítulo procede de una frase de Warren Buffet, la tercera fortuna del
mundo, que escribió: 'Hay una guerra de clases, pero es mi clase, la de los
ricos, la que está haciendo la guerra, y la estamos ganando'.
-Es cierto.
-¡Claro! Y por eso hay que unirse y no dejarse perder. Porque en juego está
la democracia y todo lo que hemos hecho desde el siglo XVIII. Todo aquello que
los europeos hemos hecho desde el fin de la II Guerra Mundial. Todo lo que los
españoles han hecho desde el final del franquismo.
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