La llamada “herejía catara” a sido extensamente tratada en muchos libros y trabajos de investigación, no es el objetivo de este articulo el entrar en su doctrina o los hechos historicos que se derivaron de la cruzada contra ellos, ni tan solo una aproximación al modo de vida de estos “bons homes”, las causas o motivaciones que les llevaron a emprender ese camino herético a ojos de la iglesia católica o las consecuencias de su desaparición.
Fundamentalmente aquí se hablara de la ruta que emprendieron en su huida y de los enclaves en que su presencia esta atestiguada en la península Ibérica, principalmente en Cataluña lugar que por proximidad geográfica acogió a un mayor numero de ellos en el curso de su huida.
Chateau de Puilorens |
LA HUIDA HACIA TIERRAS CATALANAS
Después de la derrota del catarismo en Occitania, los cataros que
consiguieron huir lo hicieron principalmente hacia el Piamonte y el norte de Italia mucho mas permisivo, y el reino de Aragon, Cataluña especialmente. El
año 1256, bastantes años después de Montsegur, el inquisidor Pere de Tenes y el obispo
de Urgell con un ejercito, entran por Puigcerda y Berga en tierras de Josa,
donde su señor feudal , es favorable a los cataros de la región por otra parte
numerosos, y partidario de ofrecer refugio a los misioneros perseguidos. El
conde de Foix por otra parte había autorizado el establecimiento de los cataros
en sus tierras de Andorra, donde floreció una prospera artesanía textil. Que se
mantuvo activa hasta el siglo XIX, es de suponer que los numerosos cataros
llegados a estas tierras mantuvieran la producción textil hasta finales del
siglo XIX, Mientras en Occitania la dura represión había arruinado las
ciudades, en Catalunya gracias a las argucias del rey Jaume y su consejero
Raimon de Penyafort escapan a la destrucción, y por el contrario hacen de las
tierras catalanas unas tierras mas prosperas. Pere Authie, un fiel seguidor de
la causa catara, consigue crear un grupo de fieles cataros en la Cerdanya. Al
final cayo en manos de la Inquisición y fue quemado, pero su grupo escapo hacia
Cataluña.
Poblaciones Cataras del Languedoc |
Otros grupos de cátaros
entran en la Península por el antiquísimo Coll de Panisars, camino que ya era
aprovechado por los romanos y que está situado en la zona del Rosellón y de Las
Alberes (Girona). Según el periodista Josep Miralles y uno de los mayores
expertos en catarismo, Agustí Andreu, algunos de los más radicales se afincan
en lugares poco poblados del norte de Girona, como Puig Miralles o Roca
Codolar, donde existió hasta el siglo XI un asentamiento de monjes del
monasterio de Sant Pere de Rodes que habían sido condenados por sodomía o herejía,
y quizá también en las cercanas cuevas de Cavorques, que durante los primeros
siglos del cristianismo dieron refugio a muchos ermitaños. Muy cerca
se encuentra el Puig dels Homes o del Home (Montaña de los Hombres o del
Hombre), cuyo nombre constituye quizá una referencia a aquellos bons homes.
Lugares menos conocidos
como Oliana o Peramola también contaron con presencia catara.
Otros se extienden hacia
tierras más pobladas. Así, en la localidad de Llinars del Vallés, cerca de
Barcelona, se encuentra la fortaleza de Castellvell, que, según revelaron las
excavaciones realizadas a finales de la década de 1970 por Lluis Monreal
Tejada, fue habitada por cátaros durante el siglo XII y parte del XIII. Sus
propietarios, de nombre Far o Del Far, mantuvieron serios enfrentamientos con
las autoridades religiosas de Barcelona.
La Ciudad Condal tuvo también su colonia cátara
según se dice. Se reunía cerca del templo prerrománico de Sant Pau del Camp,
actualmente enclavado en el Barrio del Raval. La tercera vía de penetración del
catarismo en España pasa por la zona del Cadí, donde tuvieron importantes
asentamientos, y sigue hacia Berga por el Camí del Bons Homes, que se dirige
hacia tierras occitantas y que hoy es
recorrido cada vez mas por cientos de excursionistas cada año.
Al contrario de lo que sostienen algunos autores,
no puede decirse que los titulares de la Corona catalano-aragonesa sintieran
simpatía por los cátaros. Si un rey como Pere el Católic murió en la batalla de
Muret en septiembre de 1213 defendiendo a sus vasallos occitanos de las
matanzas de los cruzados de Simón de Montfort, lo hizo simplemente al parecer
por razones políticas y estratégicas, no por sentirse unido a las enseñanzas
cátaras. Muret (1213), significó la pérdida de las tierras occitanas y su
asimilación por parte de la corona francesa (Tratado de Corbeil de 1258), así
como el fin de una floreciente cultura catalanooccitana. Pero Ventura, (Ventura
i Subirats, 1960) va más allá, señalando que la influencia cátara funcionaría
como antecedente de una identidad catalana que se iría desarrollando
posteriormente.
El hijo de Pere el
catolic (curioso titulo para quien defendio a los herejes cátaros), Jaume I ,
aunque permitio que se establecieran en los territorios de la corona y no se
mostro activo en su persecución, permitió en 1233 que se dictaran siete leyes
contra los herejes. Sólo en la zona de la Cerdaña (Lleida) y en el condado
de Castellbó fueron condenados por la inquisición más de medio centenar de
cátaros durante la primera mitad del siglo XIII. Quince de ellos fueron
quemados vivos y dieciocho en efigie, mientras que los demás se supone que se
retractaron de su doctrina o pagaron dinero para obtener el perdón. Lo mismo
sucedió en el Cadí (Barcelona) y en la ciudad de Lleida. Además, unos pocos
fueron condenados después de muertos, aunque hiciera años del óbito, y, como
castigo, sus cuerpos resultaron profanados.
De todos los reinos
hispanos recordemos ,es en Cataluña donde irrumpe con más fuerza el catarismo,
debido a su vecindad con Occitania y a los lazos políticos y de vasallaje que
en aquellos tiempos unían a la corona catalano aragonesa con los condados y
vizcondados del Languedoc. El establecimiento en Tolosa (1229) de la
Inquisición, motivó una inmigración importante a tierras catalanas (1225-1230)
de hombres de oficio, comerciantes y banqueros, amén de soldados, que
contribuyeron con sus esfuerzos, sus talentos y sus capitales estableciéndose a
lo largo del curso del rio Segre, la región de Lerida y sobretodo las montañas
de Siurana, Prades y Montsant y algunos de ellos participando en la conquista,
población y rendimiento de las nuevas tierras cristianas de Valencia y de
Mallorca.
Según cita el escritor Juan G Atienza, parece comprobado que un nutrido grupo de gente del Midi comprometida con el catarismo embarco en las naves de Jaume I prestas a invadir Mallorca, no debemos olvidar que el mismo rey era Occitano de nacimiento -nacio en Montpellier- y parece lógico que tuviera cierta simpatía especial por estos.
Segun el estudio llevado a cabo por Alomar Esteve, caballeros como los hermanos Gausbert y Guilhem de Servian miembros de familias cataras formaron parte de la expedición y son numerosos en Mallorca los apellidos de origen cataro como Mosset, Jorda, Ferriol, Termes ...Un tal Berenguer Dufort pariente de perfectos y trobadores llego a ser alcalde de Mallorca.
Son numerosos los testimonios y estudios pues, incluidos los de la Crónica de Bernat Desclot, que mencionan la intervención de numerosos cátaros occitanos en la colonización de Mallorca, incluso uno de ellos Pere Arnau de Barbera seria uno de los ayudantes y estrategas del mismo rey Jaume y consta que regreso a Occitania en la segunda fase de la cruzada catara en defensa de los suyos.
Incluso el mismo rey Jaume en una de sus primeras decisiones enviaría un contingente de tropas en ayuda del conde de Tolosa Raimundo VI , sitiado por las tropas de Simon de Montfort quienes derrotarían a los cruzados contrarios a los cataros, en Salvetat en Septiembre de 1217, a manera de recado del rey con el que intentaba revindicar la derrota de Muret, mantener su presencia en el territorio y expresar su rechazo contra la cruzada catara.
Lo cierto es que dicha intervención fue contestada por un enfurecido papa Inocencio III con amenazas mas o menos explicitas si volvía a repetirse una obstrucción a "su cruzada".
Según cita el escritor Juan G Atienza, parece comprobado que un nutrido grupo de gente del Midi comprometida con el catarismo embarco en las naves de Jaume I prestas a invadir Mallorca, no debemos olvidar que el mismo rey era Occitano de nacimiento -nacio en Montpellier- y parece lógico que tuviera cierta simpatía especial por estos.
Segun el estudio llevado a cabo por Alomar Esteve, caballeros como los hermanos Gausbert y Guilhem de Servian miembros de familias cataras formaron parte de la expedición y son numerosos en Mallorca los apellidos de origen cataro como Mosset, Jorda, Ferriol, Termes ...Un tal Berenguer Dufort pariente de perfectos y trobadores llego a ser alcalde de Mallorca.
Son numerosos los testimonios y estudios pues, incluidos los de la Crónica de Bernat Desclot, que mencionan la intervención de numerosos cátaros occitanos en la colonización de Mallorca, incluso uno de ellos Pere Arnau de Barbera seria uno de los ayudantes y estrategas del mismo rey Jaume y consta que regreso a Occitania en la segunda fase de la cruzada catara en defensa de los suyos.
Incluso el mismo rey Jaume en una de sus primeras decisiones enviaría un contingente de tropas en ayuda del conde de Tolosa Raimundo VI , sitiado por las tropas de Simon de Montfort quienes derrotarían a los cruzados contrarios a los cataros, en Salvetat en Septiembre de 1217, a manera de recado del rey con el que intentaba revindicar la derrota de Muret, mantener su presencia en el territorio y expresar su rechazo contra la cruzada catara.
Lo cierto es que dicha intervención fue contestada por un enfurecido papa Inocencio III con amenazas mas o menos explicitas si volvía a repetirse una obstrucción a "su cruzada".
Ya en el siglo XII
empiezan a llegar a las tierras pirenaicas de Lleida algunos grupos de cátaros,
que, curiosamente, se afincan en los mismos lugares donde siglos antes se
habían refugiado otros herejes: los adopcionistas. Según el
doctor en Historia Jordi Ventura, las precarias condiciones en las que vivía el
pueblo humilde de la zona alimentaban la búsqueda de un misticismo muy distante
de la opulencia eclesiástica del momento. Pero los bons homes –hombres buenos,
nombre con el que se conoce a los cátaros– llegan incluso a convertir a su
doctrina a algunos de los principales señores feudales de la zona. Mientras
muchos cátaros se quedan en el Pirineo leridano siguiendo también como ya se
dijo la linea del Segre, algunos se asientan en la ciudad de Lleida como
artesanos –principalmente, curtidores y tejedores– y comerciantes, cabe citar
la zona de Berga, Baga, Gosol, Josa, Bellver, y el santuario de Queralt como
lugares donde hubo presencia catara, entre Saldes y Berga existe el valle
conocido como “els clots del Guell” donde han podido localizarse grabados de
procedencia catara.
Lugares menos conocidos
como Oliana o Peramola también contaron con presencia catara.
Otros se trasladan al sur
de Tarragona –a Montsant, y la ribera del Ebro en lugares como Flix, Asco–
aprovechando las franquicias que se otorgan a los cristianos que repueblan los
territorios recién conquistados a los árabes, de hecho esa zona dependia
directamente de la jurisdicción del rey protegiendo a los huidos de los enbates
de la inquisición y estaban ademas poco poblados, teniendo ademas buenas rutas
de comunicación transhumante con la Occitania. Las ciudades cátaras más
relevantes de esta zona son Cornudella, Prades, Arbolí, Pratdip y,
principalmente, Siurana, población en la que en 1215 doce de sus treinta
familias eran cátaras. Cátaros de Lleida y del sur de Tarragona pasaron a
tierras valencianas y en algunos casos llegaron a ostentar cargos de
responsabilidad y a disponer de un gran patrimonio. Es el caso del acaudalado
leridano Guillem de Melió, propietario de gran parte de los molinos cercanos a
la ciudad de Valencia.
Castellbo |
Jordi Ventura aseguraba que antes del catarismo se habia producido
una gran migración en sentido contrario y que con seguridad muchas familias
habian efectuado el viaje en ambos sentidos. Eso hace difícil adivinar raíces
occitanas en apellidos catalanes actuales y mas aun de ver raices cataras.
Según nos cuenta el escritor Ezequiel
Gort i Juanpere, tras la batalla de Muret y la primera oleada de inmigración
catara la implantación en esas comarcas del sur de Tarragona del catarismo fue
tan importante que el obispo de Tarragona solicito a los monjes de Scala Dei
que salieran de su clausura para predicar y combatir la herejia, cosa que
harian con relativo éxito, pues pocos años más tarde el catarismo volvia a
reverdecer con fuerza en la zona.
No seria hasta la entrada de la
inquisición en Catalunya en 1235 en que la persecución se recrudecio
especialmente en los alrededores de Siurana y las montañas de Prades, cosa que
siguió durante años, pues según testomonian los documentos aun en 1299 Ramon
Domingo de Ulldemolins era sospechoso de herejia.
Tras la caida de Queribus y el tratado de
Corbeil una nueva oleada de inmigración catara llegaria a tierras catalanas y
según Ezequiel Gort aun en 1320 en las comarcas de Prades y el Montsant existia
una comunidad con un perfecto llamado Joan Mauri, una comunidad que vivia con
discreción mientras las predicas de carmelitas, franciscanos y la persecución
inquisitorial consiguieron borrar su rastro fisico coincidiendo con el
ajusticiamiento de Belibaste.
ALGUNOS CATAROS DEL PRINCIPADO
Hay que
tener en cuenta que en el tiempo de los Càtaros el Rosselló, estaba
plenamente integrado al condado de Barcelona y a la Corona catalano aragonesa.
Destaquemos tambien que las relaciones
eran no solo politicas sino comerciales y culturales El estudióso del catarismo en Catalunya Jordi Ventura, mantiéne
que este movimiento religióso fue tan importante en Catalunya que incluso hubo un obispo cataro en el valle de
Aran. En cambio Jesús Mestre bastante enfrentado en sus teorias a Ventura, dice
que eso és poco probable, i que a parte de los obispados de sant Fèlix, el
d'Albí, el de Tolosa, el de Carcassonne, solo se podria añadir el de Agen, por
su proximidad y su concentración de càtaros, por lo que ese obispado podia ser confudido a través del tiempo por
el de la Vall de Aran.
Carcassoné |
Lo
que si es cierto , ya que esta documentado, es que en el concilio cataro de
Pieusse (1216), se decide que Catalunya deja de ser considerada como una
dependencia del obispo de Tolosa, y se le concede la jurisdicción propia
dandole la dirección de esta al diacono Pere Cortona. Lo que si es cierto es
que el Catarismo pervivió en Catalunya largo tiempo, aunque no con la
intensidad de Occitania. Un claro ejemplo es Arnau vizconde de Castellbo y su
familia, como mínimo así lo argumenta la Inquisición dirigida por Ramon de
Penyafort. Los cuerpos de Arnau y su
hija Ermessenda de Castellbo, esposa del conde de Foix fueron exhumados tras u
muerte para ser quemados y sus cenizas esparcidas, un castigo terrible en
aquellos tiempos. Lo cierto es que los
vecinos de Castellbó no debieron sentirse muy felices con ello pues mataron a
pedradas al encargado de dicho cometido el inquisidor Pere de la Cadireta.
La
familia Castellbo estaba emparentada con la familia Niort de Occitania. Hay testimonios
de Castellbó en Mirepoix. ; Andreu Bretós de Berga nos dice que vio al
Diacono Guillem Clergue predicando
delante de Arnau i de otros caballeros.
Otro emplazamiento cátaro lo encontramos en las montañas
del Cadi, con centro en Josa. La familia de los Josa tenían estrechos tratos
con la iglesia de los cataros. Ramon de Josa recibía delegaciones de herejes
del norte y hubo de responder de esos hechos diversas veces delante de la
inquisición catalana. Pero siempre salió del trance con promesas de que no
volvería a pasar mas. Su hijo Gillem Ramon de Josa siguió los pasos de su padre
y adopto la misma técnica de disculpa, y se comporto como amigo de los “bons
homes” o incluso como creyente. Pero se repite otra vez la historia de Arnau y
la inquisición ordena la exhumación de Ramon y la quema de sus restos en una
hoguera. En cambio Gillem Ramon y su madre Timbors recibieron la reconciliación
y el rey no confisco sus tierras. Las personalidades directamente implicadas en
el catarismo fueron; Guillem de Niort, Veguer de la Cerdanya, condenado a
prisión perpetua por hereje; Pere de Fenollet que havia perdido sus tierras en
Occitania por fidelidad a la iglesia catara: Robert de Castell-Rosello que fue “reconciliado” o perdonado.
EL ULTIMO PERFECTO
“Dentro de 700 años reverdecera el laurel”
Guillaume de
Belibaste.
Mención aparte merece Guillaume de Belibaste quien había escapado de la prisión de
Carcassone que represento la última
iglesia catara de Occitania. Este hombre vivió en diferentes pueblos de
Catalunya, alternando su trabajo de tejedor con la de pastor. Siguió una ruta
que puede verse en el grafico, es de suponer que en su huida buscaria refugio
en lugares donde habia una comunidad catara o al menos algun simpatizante de
sus creencias, asi pues fue en su periplo del Emporda hacia la zona del
Bergueda, para ir hacia Flix, Lleida (1313), Tortosa y yendo finalmente a parar
a las montañas de Morella (1315) junto al Maestrazgo en Castellón. De donde
solo salía para presidir las reuniones de creyentes que venían de toda
Catalunya y mas lejos a verle, y que se encontraban en Sant Mateu.
Ruta de huida de Belibaste |
La
Inquisición desde Occitania envió un espía a Catalunya para descubrir los
grupos de Cataros que operaban en estas tierras. Este espía era Arnau Sicre miembro
de una familia catara a la que le habían confiscado sus bienes la Inquisición.
La madre de este espía de hecho había muerto en la hoguera acusada de herejía,
y lo que Arnau quería conseguir con su acción de ganarse la confianza de
Belibaste era el retorno de las posesiones de su familia. El año 1318 y por
casualidad se topa con la mencionada comunidad catara de Sant Mateu en la que
se infiltra y consigue convencer a Belibaste de que le acompañe para
administrarle el “consolamentum” a una moribunda con el convincente argumento
de que esta donara sus bienes a la comunidad catara. El periodista y escritor
Victor Amela describe de forma novelada estos hechos en su libro “El cátaro
imperfecto”,y en esta obra narra también como denunciado por Arnau a la inquisición,
Guillaume es apresado, llevado a Occitania, condenado y quemado en
Vilarroja-Termenes en 1321, allí en ese momento, lanzaría su celebre profecía
en la que decía que 700 años más tarde el “laurel”, refiriéndose al catarismo
reverdecería.
A consecuencia de estos hechos la comunidad se disolvió, huyendo
algunos mientras otros fueron condenados a cadena perpetua.
MAS ALLA DE TIERRAS
CATALANAS
Al parecer algunos
caballeros del Languedoc al servicio de la corona catalano aragonesa habrian
luchado en la batalla de las Navas de Tolosa, y eso les habria permitido
conocer la zona de la sierra del Segura, y alli habrian encontrado un lugar
interesante, discreto y sobre todo favorable a poder prosperar y mas tarde en
el curso de la cruzada contra los cataros algunos de ellos habrian huido y
regresado para establecerse alli. Por pura lógica y dada su proximidad con los
Pirineos es bastante probable que algunos cataros ademas de a Cataluña huyeran
hacia Navarra amen de zonas de Huesca pertenecientes a la corona de Aragon.También
los reinos de León y Castilla registraron según se dice una significativa
presencia cátara, aunque la documentación que ha llegado hasta nosotros sobre
ella es escasa. La principal fuente sobre el catarismo en estas tierras son los
escritos de Lucas de Tey, que fue canónico de San Isidoro. En De altera vita
fideique controversiis adversus Albigensum errores (tomo III), ofrece una
crónica detallada, y sin duda subjetiva dada su opinión contraria a ellos, de
la existencia de comunidades cátaras en tierras leonesas, contra las que
emprendió una feroz persecución. El clérigo asegura que, para pasar desapercibidos, los
cátaros simularon ser judíos en alguna ocasión, algo más que discutible. El
catarismo leonés y castellano había surgido –según el historiador Marcelino
Menéndez Pelayo y el prolífico sacerdote Juan de Mariana– de las enseñanzas que
algunos occitanos exportaron a esta zona al recorrer el Camino de Santiago.
Entre estos predicadores
cataros destacó Arnaldo, un carismático copiador de libros que se dedicó a
denunciar los abusos, los vicios y la simonía de la Iglesia. Para hacer
frente a los sermones de los cátaros, que arrastraban a verdaderas masas de
gente humilde que llegaba incluso a enfrentarse con los servidores de la
Iglesia, el obispo de León, de nombre Rodrigo, mandó expulsar a los herejes en
el año 1216. Aquello pareció reducir ligeramente la influencia cátara en esta
zona, pero tras la muerte del obispo en 1232 los cátaros regresaron con mayor
fuerza y se extendieron por diferentes localidades burgalesas, incluida
posiblemente la capital.
OBRA LITERARIA DE INVESTIGACIÓN SOBRE LOS CATAROS
En el caso catalán, la historiografía del
catarismo tiene un referente primero en los trabajos de Jordi Ventura Subirats.
En su artículo El catarismo en Cataluña (1960) sienta las bases para una
interpretación sobre el pasado cátaro en los Pirineos que es válida hasta el
día de hoy. Las tesis de Ventura apuntan a resaltar el supuesto papel decisivo
que jugó el catarismo en la posterior historia de Catalunya. Según esta idea,
la represión y aniquilamiento de los cátaros de Occitania habría sido un
recurso para impedir la creación de una nación catalano-occitana a ambos lados
de los Pirineos, que se enfrentaría con las pretensiones unitarias de Francia y
de la Curia romana.
Tras el mencionado trabajo pionero de Ventura, no es hasta la
década del 80 cuando nos encontramos con
nuevas obras sobre el tema
cataro, hasta entonces el conocimiento de la historia cátara de los Pirineos
catalanes se limitaba a los entornos académicos e intelectuales. En 1983 se
publica Arnau de Castellbò, del erudito catalán Esteve Albert, que jugó
un papel decisivo en la divulgación de la historia cátara en los Pirineos.
Esteve Albert fue poeta, autor teatral y un influyente promotor cultural;
después de la derrota de la Guerra Civil se asienta en Andorra. Diversas
personas que estuvieron en contacto con Esteve Albert durante los últimos años
de su vida (1914-1995), han hablado del papel especial que desempeñó este intelectual
en la recuperación de distintos castillos de Cataluña, así como en la
celebración de las fiestas cátaras.
Dentro del ámbito historiográfico cabe citar la obra de Jesús
Mestre Los càtaros, problema religióso, pretexto político, publicada en
1994, el libro conoció un gran éxito editorial y favoreció la difusión del
fenómeno cátaro en la zona pirenaica. Sus tesis, opuestas a las de Ventura, y
en consonancia con las de la historiadora francesa Anne Brenon, sostienen que
la proyección del catarismo en las áreas catalanas no llegó a consolidarse,
minimizando el fenómeno como una moda poco trascendente de ciertos ambientes
aristocráticos. Aunque se han publicado libros en los ultimos años hablando del
catarismo y entre los que cabe mencionar los de Miguel G. Aracil, actualmente
las únicas investigaciones profundas que se están llevando a cabo para el tema
de la herejía cátara en los Pirineos catalanes son los trabajos de Carles
Gascón Chopo.
A los libros de investigación histórica le seguirán las novelas y obras
de divulgación, de la misma forma que lo sucedido en el caso francés. En 1982
se publica Cercamón (1982), de Lluís Racionero, que alcanzará amplia
difusión no sólo en las comarcas de los Pirineos, sino también en el resto de
Cataluña. La acción de la novela se desarrolla en dos etapas, la primera
transcurre entre 967 y 1045 y la segunda entre 1212 y 1264. Se recuperan
personajes de la historia catalana presentándolos como padres espirituales de
una civilización nueva y renovadora, que tendría su origen en las tierras
pirenaicas. Se trata del abad Oliba, el conde Ermengol d’Urgell, el obispo
Ermengol de la Seu d’Urgell y Ermessenda, condesa de Barcelona. Bajo los
auspicios de Gerbert, luego Papa Silvestre II, a estos personajes se les
encargará la difícil tarea de sentar las bases de una nueva sociedad, basada en
los principios de un renacimiento cultural, «un món refinat, bastit sobre els
valors de les suaus terres mediterrànies» (Un mundo refinado, edificado sobre
los valores de las suaves tierras mediterraneas).Fuertemente influenciado por
las tesis de Ventura, Racionero nos narra las aventuras de un joven trovador
que descubre la magia de esta gran civilización y contempla apesadumbrado la
cruzada destructora. Otras figuras históricas que acompañan el relato son las
de Arnau de Castellbò, Ermessenda y Esclarmonda de Foix, que encarnan los
últimos supervivientes de una civilización cultivada. Pero también se presentan
algunos personajes construidos en oposición a los protagonistas y culpables de
la cruzada. Entre ellos encontramos a Blanca de Castilla, casada con el rey
capeto Luis VIII que llevó a cabo la última fase de la lucha contra la herejía
(1226-1229). En este personaje se concentran una serie de discursos que hacen
dialogar la vertiente histórica con el contexto en el que se publica el libro.
Preguntamos al historiador Carles Gascon
Entrevista realizada por Xavier Sust (Barcelona 1954)
Colaborador de la revista “ Descubrir Catalunya”
Que hay de cataro en esta enorme presencia occitana en nuestras
raices?
Cuantificarlo es difícil, pero de cataros vinieron claro, Sobre
todo a partir de la disputa entre el vizconde de Castellbo y el conde de Foix,
su consuegro, con el obispo de la Seu, por el dominio de los valles de Andorra
y del alto Urgell. Castellbo acogio cataros. Otro punto donde pudieron
refugiarse fue l valle de Josa. Procedian sobre todo del Ariege y desde el
Pirineo se repartieron de Norte a Sur, siguiendo aproximadamente las rutas de
transito del ganado. Hay una que parte de Puigcerda, pasa por Fornols y el
termino de Josa, o bien por Berga y se juntan los dos tramos cerca de Solsona.
El camino continua hasta cerca de Agramunt y llega hasta las montañas de Prades
y el Montsant. Pero Castellbo continuara siendo una referencia clave, y también
Josa, que recibe pastores cataros que llegan desde el Ariege.
Aquellos nobles catalanes eran Cataros?
El catarismo era mas bien una moda entre la clase noble. De hecho
la Inquisición no condena a Ramon de Josa por ser cataro, sino por haberlos
acogido. Las sentencias de la inquisición eran siempre muy precisas. Arnau de
Castellbo no es declarado hereje hasta el 1269. Mas de 40 años después de su
muerte. Desenterrar sus huesos y los de su hija Ermessenda en el monasterio de
Costoja, era para la manera de pensar de la epoca, mucho mas grave que haberlos
quemado en la hoguera. Pero las sentencias no hablan nunca de hoguera. Estoy
seguro de que si que habia, pero las sentencias no lo explicitan.
Aun hay cataros entre nosotros?
Hay tantas huellas historicas¡. No hace mucho se han descubierto
en Sanauja, por la lectura de la confesión de una sospechosa de Gosol. Pero
encontrar personas de hoy dia de las cuales se pueda demostrar una descendencia
catara es muy difícil.
Y los cataros destacados prefirieron huir hacia la Lombardia,
donde aun no eran perseguidos?.
Aquí tambien vino alguno importante como Belibaste, el ultimo
perfecto cataro que paso por Cataluña. Hasta Morella fue llegado a ser visto.
Cambiaba de sitio porque lo perseguían. Volvio al Ariege traicionado por Arnau
Sicre un discípulo suyo que le habia pedido que visitase una pariente suya muy
enferma. Fue capturado en Tirvia y quemado en Vila-Roja.
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