Expertos
han demostrado que un antiguo conjunto de tablilas de plomo que
muestran el primer retrato de Jesucristo, poseen aproximadamente 2.000
años, por lo que aseguran son auténticos.
Las
«páginas» de metal, mantenidas juntas como una carpeta anillada, fueron
encontradas en Jordania en el año 2008 y hacen referencia a Cristo y a
sus discípulos.
Luego
de analizar el plomo, traducir las palabras y los símbolos, los
expertos dataron las tablillas con algunos pocos años de diferencia de
la época del Ministerio de Jesús; según informa Mail Online.
Y lo que revelan podría ser esclarecedor no sólo para los cristianos, sino también para los judíos y los musulmanes.
Las
tablillas sugieren que Cristo no estaba comenzando su propia religión,
sino que estaba restaurando una tradición milenaria existente desde la
época del Rey David. Y el Dios al que adoraban era al mismo tiempo de
genero masculino y femenino.
Los
libros aportan la idea de que Cristo promovió la adoración del Templo
de Salomón, donde se creía que se veía el rostro mismo de Dios – y aquí
es donde apareció el episodio con los prestamistas de la Biblia.
Uno de los libros se parece al que se describe en el Libro de las Revelaciones, ya que tiene siete sellos. Los libros son conocidos como códices – con un tipo de encuadernado distintos al de los pergaminos – y entre ellos hay una imagen del mismo Jesús.
Los
autores David y Jennifer Elkington han estado realizando actividades
desde el 2009 para que los códices sean reconocidos y protegidos, pero
dicen que los cristianos evangélicos están tratando de calificarlos como
falsos.
Al
parecer fueron descubiertos por Hassan Saeda, un beduino israelí, que
según algunos informes le fueron dados por su abuelo, y otros informes
sugieren que fueron descubiertos en una inundación.
David Elkington, de 54 años, de Gloucestershire, dice que ahora está tratando de evitar que los códices se vendan en el mercado negro.
En
2011 Elkington anunció su descubrimiento en BBC News y la prensa
mundial lo siguió. Pero un buen número de eruditos afirmaron que se
trataba de una falsificación, y la mayoría sin ver nunca los códices.
Pero ahora las pruebas
de alta tecnología llevadas a cabo por el Prof. Roger Webb y el
Profesor Chris Jeynes en el Laboratorio Nodus de la Universidad de
Surrey en el Ion Beam Center, han confirmado que probablemente el códice
posee entre 1800 y 2.000 años de antigüedad.
Si los códices son genuinos, como sugiere el metal y la escritura, proporcionarían una nueva visión de la vida
de Cristo. Mientras que los códices no contradicen ninguna de las
narraciones establecidas ponen mayor énfasis en el templo físico, en la
creencia en lo divino femenino y en el papel de Cristo en la protección
de un linaje hebreo en lugar de ser el fundador de su propio movimiento.
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