La cultura de Varna se desarrolló en la actual provincia de
Varna, en el norte del territorio de Bulgaria. Datado a finales del
Calcolítico (4600-4200 AEC), para varios expertos se trata de la cuna de
la civilización europea.
Se caracteriza por su cerámica policromada y sus cementerios, entre
los que destacan la Necrópolis de Varna, el sitio arqueológico que da
nombre a la cultura; y el complejo de Durankulak, con el mayor
cementerio prehistórico del sudeste de Europa (con 1200 tumbas), con un
asentamiento neolítico adyacente, y un asentamiento calcolítico todavía
no completamente excavado.
Pero por sobre todas estas cosas, la cultura de Varna dejó los trabajos en oro más antiguos del mundo.
Los hallazgos demostraron que la antigua sociedad de Varna mantenía
relaciones comerciales con tierras lejanas (que posiblemente incluían la
parte baja del Volga y las Cícladas), exportando quizás objetos de
metal y también sal de la mina de sal de Provadiya.
La Necrópolis de Varna
También conocido como el cementerio de Varna, es un yacimiento
arqueológico funerario que se encuentra en la parte occidental de la
zona industrial de Varna, en Bulgaria. El sitio fue descubierto frente
al puerto de Varna en 1972 por Mijaií Lazarov e Iván Ivanov, quienes
estuvieron a cargo de la excavación arqueológica.
En las casi 300 tumbas analizadas se han hallado collares, brazaletes, cetros, amuletos e, incluso, un supuesto falo de oro.
Los sepulcros fueron datados como pertenecientes al 4600-4200 AEC (según la datación por radiocarbono realizada en el año 2004).
Algunas tumbas no contienen esqueletos sino regalos fúnebres (cenotafios). Lo que es interesante es que los sepulcros simbólicos (vacíos) son los más ricos en artefactos de oro.
Se hallaron 3000 de tales objetos, con un peso aproximado de 6 kilogramos. Tres sepulcros simbólicos contenían máscaras hechas de arcilla sin cocer.
Esta cultura poseía creencias religiosas sofisticadas respecto de la vida más allá de la muerte y creó diferencias jerárquicas, tal como demuestra la evidencia del sepulcro más antiguo que se conozca de un hombre perteneciente a la élite.
Se han hallado 294 tumbas en la necrópolis, formalmente
iguales, pero los ajuares varían, reflejando la categoría social de cada
difunto. Algunas contienen artículos sofisticados de
metalurgia (oro y cobre), alfarería (alrededor de 600 piezas, incluyendo
algunas pintadas con oro), objetos filosos de gran calidad hechos de
pedernal y obsidiana, y cuentas.
Algunos investigadores, como Todorova, analizando Varna y otras necrópolis búlgaras como Devnja y Durankulak, distingue la existencia de jefes, sacerdotes, guerreros y gentes plebeyas.
La necrópolis de Varna, pues, refleja la clásica estructura piramidal de una sociedad compleja.
Es difícil aclarar por qué mecanismos se produjeron la concentración de
poder y la riqueza que reflejan las tumbas principescas.
Sepultura 43
En este enterramiento se encontró un varón de 40 a 50 años y una estatura próxima a 1,75 metros. La
elevada jerarquía del hombre enterrado allí queda demostrada por la
inmensa cantidad de oro, la azuela o mazo que sostenía, y la funda de
oro para su pene.
En esta tumba se encontraron 990 objetos de oro con un peso
total de 1,5 kg, entre ellos los cilindros de un cetro de oro, conchas
de spondylus, brazaletes, etc. Este sepulcro contenía más oro del que había sido descubierto en el resto del mundo en esa época.
Las plaquetas de oro con forma de toro puede que también sirviese
como veneración de la virilidad, la fuerza y las cualidades como
guerrero.
Desaparición
La cultura parece haber llegado hacia 4100 AEC a un final repentino,
que Henrietta Todorova atribuye a un drástico cambio climático.
Según John Chapman (académico de la Universidad de Durham):
En una época, no hace mucho, se aceptaba el hecho que nómadas de las estepas provenientes de la zona del norte del Ponto [el mar Negro] invadieron los Balcanes, poniendo fin a la sociedad de la Edad del Cobre que produjo el apogeo de la metalurgia autónoma del cobre y, en su cénit, el cementerio de Varna con sus maravillosos primeros trabajos en oro. En la actualidad la opinión es la contaría, con el complejo de Varna y sus comunidades asociadas responsables por la estimulación de la llegada de prácticas funerarias dominadas por la confección de objetos lujosos, luego de la expansión de la agricultura.
Según Marija Gimbutas:
La falta de continuidad de las culturas de Varna, Karanovo, Vinča y Lengyel dentro de sus territorios principales y las migraciones a gran escala hacia el norte y el noroeste son evidencias indirectas de una catástrofe de proporciones que no pueden explicarse en términos de cambios climáticos, cansancio de la tierra o epidemias (de lo cual no existe evidencia durante la segunda mitad del V milenio AEC). Se hallaron evidencias directas de la incursión de guerreros a caballo, no solo por los sepulcros individuales de hombres debajo de túmulos, sino por el surgimiento de todo un complejo de rasgos culturales kurgán.
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