dissabte, 26 de desembre del 2015

RINCONES DE LA ESPAÑA MAGICA

El estado Español posee rincones enigmaticos por todos sus rincones con huellas de un pasado del que en realidad no sabemos mucho. Algunos autores e investigadores como los que se presentan a continuación hacen un trabajo inmejorable para divulgar y presentar esta realidad presente en la geografia de la peninsula Iberica.


EL LENGUAJE OCULTO DE LAS PINTADERAS CANARIAS







Los habitantes nativos de Gran Canaria emplearon una suerte de lenguaje escrito basado en símbolos cuyos significados es mucho más profundo que la de meros objetos de decoración, en las llamadas "pintaderas".

Fabricadas en barro cocido con aparente forma de sellos y presentes en yacimientos de toda la isla, con antigüedades que van desde el siglo I hasta el XVII, las pintaderas presentan un número limitado de dibujos que se repiten en varias latitudes, lo cual contradice la idea tradicional de que eran escudos de familia, conforme a recientes investigaciones.

La tesis aceptada durante décadas de que esas piezas estaban destinadas a marcar graneros u otras instalaciones para dejar claro que eran propiedad de quien les ponía su sello, son el producto de querer interpretar nuestro pasado nativo fijándose en investigaciones de otras comunidades humanas del mundo; una tendencia que siempre viene dada por el escaso conocimiento de nuestra cultura ancestral.

Con frecuencia se decía que cada pintadera era única, pero con los análisis técnicos se ha visto que esto no es así, que se están repitiendo continuamente los mismos dibujos.

Estas piezas forman parte de una estrategia de comunicación visible, un lenguaje, basado en códigos que se reiteran a lo largo del tiempo y del espacio.





Pintaderas con los mismos símbolos se han hallado en asentamientos nativos ubicados en las cercanías del litoral, como el de Caserones del municipio de La Aldea; en las medianías, como El Tejar de Santa Brígida; y hasta en la cumbre, como Solana del Pinillo, en Tejeda.

Las mismas imágenes se reproducían, en otros soportes, desde pequeños bolsos de cuero u otros materiales a paredes en las que se han localizado pinturas rupestres.

Todo ello apunta a que las pintaderas debieron ser elementos que formaron parte de la cotidianeidad de las sociedades nativas, generación tras generación a lo largo de muchos siglos y que podrían cambiar la visión de su uso, más que como adorno o sellos, como un lenguaje matemático que tendría que ver con elementos de conocimiento y donde la mujer tendría un papel preponderante en la trasmisión de esta enseñanza, como depositarias del conocimiento espiritual, aplicadas a la vida cotidiana de las poblaciones nativas.

 


Siguiendo en dirección a la peninsula encontramos otro magifico ejemplo en el blog 


La Magdalena. La ermita catara.

En la comarca del Matarraña, provincia de Teruel y a escasos kilómetros de la población de Valderrobres, nos encontramos en la zona conocida como "los altos de la moleta" una ermita rupestre fortificada y dedicada a la adbocacion de Sta Maria Magdalena. Este rustico templo aprovecha una balma de la gran pared rocosa existente en la parte mas alta de esta montaña para adosar su construcción, ademas de la casa del santero que se encuentra en las inmediaciones de este templo.
En el interior de la maltrecha ermita podremos ver labradas en la pared de roca las conocidas cruces paté en trazos primitivos, símbolo inequívoco del temple, así como en el suelo de esta cueva unas cazoletas labradas y picadas dándonos la lectura de que "otros" cultos ancestrales en los albores de la humanidad, fueron los primeros creadores de este rincón sacro, y que posteriormente otros conocedores de estos cultos sincreticos antiguos, emplearon estos emplazamientos para cristianizarlos y realizar sus cultos y ritos iniciaticos.
Si seguimos la senda inferior por la que se accede a este templo pétreo, llegaremos en breves pasos a lo que entendemos que es la casa del santero, también en ruinas y que aprovecha otro de los huecos de la pared para acoger esta construcción. Si seguimos por esta misma senda unos pocos metros mas adelante nos encontramos otra cueva mucho mas baja que las anteriores, ya que si queremos acceder a ella tenemos que entrar en cuclillas. En el interior de esta balma de techo bajo, en la zona mas alejada de la ermita encontraremos un agujero que conecta el interior de esta cueva con el exterior formando una curva en un angosto y estrecho pasillo por el que cabe una sola persona reptando. este estrecho pasaje sirve para realizar el rito del nacimiento, donde la persona que realiza el ritual, tenia que pasar un tiempo (sin precisar) en el interior de esta cueva agachado como en posición fetal, simulando estar en el interior del vientre materno, para después y mediante este conducto pasar y salir al exterior y así terminar el rito de iniciación.
CURIOSIDADES.
Hay estudiosos de esta ermita rupestre, que creen que fue refugio de cataros en su huida del Languedoc (Francia), ya que ellos utilizaban cuevas para sus ritos y cultos, fortificando muchas de ellas, como tantas y tantas existentes en esta zona del sur del país galo.
Para llegar a la ermita, saldremos de la población de Valderrobres por la A-1414, en el punto kilométrico 20'5 aproximadamente encontraremos una pista asfaltada que nos indica la ermita, entraremos en ella para que en 500m. se bifurque, con lo que tomaremos el ramal de la izquierda que es sin asfaltar, lo mantendremos durante unos 150m. donde encontraremos a nuestra izquierda una senda que tomaremos y nos mantendremos por ella durante media hora, para llegar finalmente a la ermita.                                                                                            

   
Otros magnificos ejemplos son los Canarios. 

La tradición a la Virgen de Candelaria se basa en el culto guanche a Canopo

José Barrios. Profesor de Análisis Matemático de la ULL. Efe.

  • Canopo es la segunda estrella más brillante del cielo y su culto se remonta a la antigüedad norteafricana.
  • El culto  la Candelaria es una cristianización de un culto anterior de la población indígena de las islas.
  • La cueva de San Blás en Chipude sería el lugar de culto a Canopo ya que es un lugar privilegiado para la observación de dicha estrella.



La tradición de la Virgen de Candelaria en Tenerife y La Gomera se basa en el culto indígena a la estrella Canopo, la segunda más brillante del cielo, según el profesor de Análisis Matemático de la Universidad de La Laguna José Barrios. José Barrios subraya en una entrevista a Efe que trabaja en colaboración con el Museo Arqueológico de La Gomera, dependiente del área de Cultura del Cabildo insular, para tratar de dilucidar las prácticas astronómicas y calendáricas de los antiguos gomeros.



Cuando Barrios comenzó a investigar la astronomía guanche a través de las fuentes escritas se vio rápidamente en la necesidad de estudiar los orígenes del culto católico a La Candelaria. Al estudiar la tradición de Candelaria en La Gomera encontró muchas similitudes con Tenerife, como la de la celebración en las mismas fechas y la existencia de dos cuevas de San Blas. “El lugar privilegiado de observación de Canopo utilizado por los antiguos gomeros no sería otro que la llamada cueva de San Blas, situada en la cara sur de La Fortaleza de Chipude, emblema religioso de los antiguos pobladores de la isla”, argumenta el profesor.



El culto a Canopo






Posible representación de la estrella Canopo en Yagur (Alto Atlas, Marruecos).


Observese los paralelismos con los grabados awaras de La Palma.
El culto a Canopo está bien documentado en la etnografía norteafricana del siglo pasado y su presencia en Canarias prueba la considerable antigüedad de este sistema religioso norteafricano, además de proporcionar una importante información sobre los primeros habitantes de las islas, señala el investigador. Explica José Barrios que el orto helíaco de Canopo, es decir, la primera aparición por el horizonte de la estrella tras su período de invisibilidad, se produce a mediados de agosto y habría servido a los indígenas para marcar la primera luna del calendario y sincronizar el calendario lunar con el ciclo de las estaciones. Las fiestas guanches de comienzos del año canopial perviven en las actuales fiestas de agosto en honor de la Virgen de Candelaria, apunta el investigador, quien comenzó a relacionar el origen del culto a dicha imagen en Tenerife y en La Gomera. En el municipio gomero de Chipude se celebra también la festividad de Candelaria el 15 de agosto y al experto le llamaron la atención estos paralelismos con el culto a la misma virgen en Tenerife. Ello coincidía además con el hecho de que la cueva se encuentra al sur de la Fortaleza de Chipude, un emblema religioso de los antiguos gomeros. Al acceder a la cueva de San Blas, que está vacía de restos arqueológicos, se percató de que ofrece una visión astronómica enfocada al sur desde donde se ve Canopo en el horizonte todo el año, además de Sirio.
La festividad de San Blas se celebra el 3 de febrero, al día siguiente del culto católico a Candelaria, y también estaría relacionada con la aparición de Canopo tras la puesta del Sol, lo que sucede a finales de enero y principios de febrero. Hay pruebas de que en Tenerife los guanches hacían celebraciones en febrero en el actual municipio de Candelaria, según recoge la historia del padre Espinosa al relatar que en 1497 los conquistadores asentados en La Laguna tuvieron que dirigirse a la citada localidad sureña para buscar los esclavos guanches que se habían ausentado de la ciudad.



Antigua ermita de La Candelaria en la Fortaleza de Chipude




José Barrios detalla además que en documentos antiguos recogen la existencia de una ermita antigua de Candelaria “la vieja” en un barranco cercano a la Fortaleza. El personal del Museo Arqueológico de La Gomera pudo localizar el emplazamiento exacto de la ermita porque se conservaba en la memoria oral del pueblo. Este lugar consistía en una estructura de piedra con una cruz de madera que podría tener más de 500 años, pues sería anterior a la actual iglesia de Candelaria en Chipude, que data de 1530, y podría simbolizar el contacto inicial entre indígenas y conquistadores. Para sorpresa del investigador, los habitantes de Chipude conservan el recuerdo oral de dónde estaba situada esta cruz dedicada a Candelaria “la vieja” a pesar de que estaba completamente oculta por la maleza y las tuneras. Por ello el Museo Arqueológico de la isla ha promovido dos actividades para limpiar el sitio de tuneras, y aún queda otra hasta finalizar esta labor, de forma que se pueda proceder a excavar para ver la información que puede proporcionar esta antigua cruz de piedra.
  
El centrado en el Sur y Oeste de la peninsula

o el ya veterano y magnifico dirigido por Joan Fliz


ADMINISTRADOR

   








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