dijous, 17 de desembre del 2015

Egipto¡. Siempre Egipto



Egipto y todo lo que tiene que ver con el es siempre actualidad. Algunos de los sitios mas recomendables en donde ampliar el conocimiento sobre esa cultura y su legado de sabiduría, son en primer lugar el blog de Jose Miguel Parra con el articulo que viene a continuación. 


*Nuevos descubrimientos en el Valle de los Reyes

No es un hecho muy conocido para el público en general, pero en varias ocasiones se ha considerado que el Valle de los Reyes (la necrópolis tebana donde están enterrados los faraones del Reino Nuevo Egipcio) estaba arqueológicamente exhausto. El primero en afirmar tal cosa fue el abogado norteamericano Theodore M. Davies, quien tras doce años excavando el valle (1912-1914) y haber descubierto treinta tumbas —entre otras las de Yuya y Tuya (KV46), el posible enterramiento de Akhenatón (KV55), la de Horemheb (KV57) y el escondrijo con los restos del banquete funerario y embalsamamiento de Tutankhamón (KV54)— afirmó que el Valle estaba «agotado para la arqueología».
El descubrimiento de la tumba de Tutankhamón en 1922 desmintió sus palabras, pero tras el inimaginable éxito que supuso su excavación de la KV62 (las tumbas del Valle de los Reyes están numeradas en el orden de su descubrimiento), nadie se atrevía a pensar en que hubiera otros hipogeos sin descubrir.

Estudios en el Valle Occidental (o de los Monos)
Estudios en el Valle Occidental (o de los Monos)
El hallazgo de la tumba KV63 en el año 2005 por parte del equipo dirigido por Otto Shaden (Universidad de Basilea) demostró, una vez más, que en arqueología no se puede estar seguro de nada hasta que no se alcanza la roca madre… Ese es el ánimo que ha impulsado el estudio realizado en el Valle entre el 2006 y el 2010, financiado por la Glen Dash Foundation for Archaeological Research.

Estudios de georradar en el Valle de los Reyes
Estudios de georradar en el Valle de los Reyes
En el Valle están a la espera de ser descubiertas las tumbas de Tutmosis II y Ramsés VIII, pero mientras aparecen, el estudio de georradar llevado a cabo por estos especialistas ya ha conseguido algunos resultados interesantes. El principal es que en el fondo del Valle los egipcios crearon un sistema de prevención de inundaciones. Quizá algunos se sorprendan, teniendo en cuenta que Egipto es un país desértico; pero lo cierto es que una vez cada muchos años se puede producir una lluvia torrencial que puede arrasar con todo. ¡Mejor prevenir que curar!, porque las tumbas se suponía que tenían que durar por toda la eternidad.
Escaneando el suelo frente a la tumba de Ay
Escaneando el suelo frente a la tumba de Ay
Como explica el arqueólogo egipcio Afifi Ghonim, a diez metros bajo el nivel del suelo actual, el radar ha descubierto un canal que recorría el valle principal y al que iban a desaguar canales secundarios desde los laterales. Su función era dirigir hacia la boca del Valle las aguas de escorrentía y todos los restos arrastrados por ella, para así evitar que penetraran en las tumbas reales dañándolas. Por desgracia, parece que los egipcios no creían demasiado en las ventajas del mantenimiento de las infraestructuras. De modo que al poco tiempo de ser creado, este sistema de control de inundaciones se encontraba colmatado y fuera de uso. Como dice Ghonim, en época de Tutankhamón las inundaciones volvían a ser un problema; pero fueron una bendición para el joven soberano, porque gracias a ellas la entrada a su tumba quedó sellada y olvidada para siempre… hasta que en 1922 Howard Carter y lord Carnarvon volvieron a sacarla a la luz.
Es una pregunta recurrente que se me suele hacer: «¿Cuánto queda por descubrirse en Egipto?» Año a año, la arqueología nos demuestra que mucho más de lo que podamos pensar…
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*Aqui puede consultarse el blog del profesor Jose de Alberto Garcia, el cual aparece en el video superior.

http://enigmasdeegipto.com/index.php/investigacion-y-actualidad

*La imprescindible web de IEAE. El Instituto de Estudios del Antiguo Egipto.

http://www.ieae.es/


*Y por ultimo El proyecto del ingeniero Miguel Perez Sanchez y su web.

Reconstrucción informática



Un ángulo cuadrado
La reconstrucción informática exacta del modelo original de la Gran Pirámide de Keops es la primera que se ha realizado de una pirámide del Antiguo Egipto, que haya sido confirmada por el propio monumento. Y se ha basado en las dos medidas comúnmente aceptadas de la Gran Pirámide: lado de la base de 440 cr y altura de 280 cr.
En cuanto al ángulo de inclinación de la Gran Pirámide con la base se ha establecido en 51,84 grados (51,84º), una medida que se encuentra dentro de la horquilla establecida hasta hoy, de 51,85º ± 1’, es decir, de alrededor de 51,85º con una oscilación, en más o en menos, de 1 minuto de arco.
El ángulo de 51,84º, o de 51 grados 50 minutos y 24 segundos (51º 50’ 24”), expresado en segundos de arco, es igual al cuadrado de 432.
Como sabía que el número 432 había sido documentado como popular en Oriente [1], esta fue la primera hipótesis de trabajo que me permitió avanzar en la reconstrucción de la Gran Pirámide. Y como veremos, la relación con el número 432 será una constante en el monumento.
El segundo de arco es la unidad más pequeña en que se divide el grado ya que es igual a la 3.600ª parte del grado. Se obtiene al dividir el grado por los 60 los minutos de arco que lo componen y por los 60 segundos de arco que contiene cada minuto de arco.
Para entender la exactitud con que trabajaron los sacerdotes-arquitectos de la Gran Pirámide para definir su inclinación como 432 x 432 segundos de arco, tomemos un transportador escolar de ángulos y observemos la pequeñez de la medida de 1 grado, ¿verdad que parece imposible imaginarse su división en 3.600 partes?
No obstante, al reconstruir la Gran Pirámide detecté un problema geométrico: las apotemas, que son las alturas de los triángulos que forman las cuatro caras laterales de la pirámide, se hallan rehundidas en el centro de los lados de la base (fig. 11 A). Por tanto, la pirámide en su eje no llegaba a medir los 220 cr del lado de la semibase, sino que sólo medía 218,276 cr, por lo que al aplicar el ángulo de inclinación de 51,84º no se podía llegar hasta la altura comúnmente aceptada de 280 cr.
Algo fallaba, pues, porque esa altura de 280 cr parecía intocable ya que al añadirle 1 cr del zócalo, estaba proporcionada con la distancia al Sol en el perihelio. Además, la altura obtenida al aplicar la inclinación en el centro del lado de la base no era un número entero de codos reales, un hecho poco probable en un monumento tan significativo como este.
La contradicción entre la altura y el ángulo de inclinación. Y la solución hallada.
Figura 11. A. La contradicción entre la altura y el ángulo de inclinación: la pirámide en su centro (línea roja horizontal) no llegaba a los 220 cr del lado de la semibase, sino que sólo medía 218,276 cr. B. La única solución posible al problema geométrico detectado: añadirle un elemento de coronación.
La única solución posible para superar este problema era considerar que la Gran Pirámide habría poseído un elemento de coronación diferenciado que le permitió completar su altura (fig. 11 B).
Pero, ¿cuál podía ser ese desconocido elemento de coronación?

Una coronación inesperada 
Los resultados obtenidos confirmaron la hipótesis anunciada ya que se concluyó que la Gran Pirámide estuvo coronada ¡por una esfera!
Y esa esfera tenía de diámetro 2,7183 cr que es, justamente, la medida del Número e, y que corresponde a 1,4233 m.
Esta hipótesis de trabajo empezó a confirmarse al observar que la esfera reposaba sobre una pequeña plataforma que truncaba la cima de la pirámide y que tenía de perímetro de 3,1432 cr, una longitud equivalente al Número Π.
Y esta doble coincidencia del Número e y del Número Π en la cima de la pirámide parecía difícil que pudiera tratarse de una casualidad.
Un eje vertical garantizaría la estabilidad de la esfera que, probablemente, habría sido de piedra caliza y estaría recubierta de electron, la aleación de oro y plata que tenía propiedades electromagnéticas, y que fue usada para recubrir los piramidones que se ubicaban en las cimas de pirámides y obeliscos.


La Gran Pirámide reconstruida. El Sol en el crepúsculo el día del equinoccio diferenciaba  las dos caras. La esfera se percibiría como un reflejo, ya que era difícil de distinguir a simple vista porque sólo representaba la 103ª parte de la altura de la pirámide. Primer plano de la esfera de coronación reposando sobre la plataforma.

Figura 12. La Gran Pirámide reconstruida. El color es una hipótesis basada en la presencia de restos de óxido de hierro en algunos bloques de recubrimiento. El Sol en el crepúsculo el día del equinoccio diferencia las dos caras. La esfera de coronación se percibiría como un reflejo de la luz del Sol, ya que era difícil de distinguir porque sólo medía 1,4233 m, lo que representaba la 103ª parte de la altura de la pirámide. 
Figura 13. Primer plano de la esfera de coronación reposando sobre su pequeña plataforma de soporte.
Además, parecía evidente que esa esfera de coronación debería de simbolizar el Sol. Y esta hipótesis fue confirmada por un hecho excepcional: ¡La esfera fue diseñada a escala del Sol!


http://www.antiguoegiptoxxi.com/


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