Bastante cerca de Madrid
encontramos El Monasterio del Escorial. Cuenta la historia que el rey Felipe II
quiso conmemorar la victoria de San Quintín sobre los franceses ocurrida el 10
de agosto de 1557 y en cuyo día se celebraba la festividad de San Lorenzo .
Casualmente ese santo fue supuestamente el elegido para llevar el grial a
España y El Escorial se dice fue
construido a imagen y semejanza del templo de Salomón, siguiendo las precisas
descripciones que la visión del profeta Ezequiel detalla en la Biblia. Al
parecer el rey pretendia con la construcción del Escorial cumplir su secreto
sueño de estar a la altura del rey Salomon el rey prudente y sabio como de la
misma manera su propio padre Carlos V
se le habia comparado con el rey David y a tal fin figuran las gigantescas
estatuas de ambos reyes.
Al parecer en su construcción
participo la última logia de canteros venidos de la localidad cantabra de Santa
Maria de Baseyo, y el cuidado de la obra fue encomendado a la muerte del
arquitecto Juan Bautista de Toledo a Juan de Herrera, miembro de un grupo de
conocimiento iniciatico, los lulianos,
fundado por Raimon Llull, buena prueba de su admiración por el, es que Herrera
es el autor del “Tratado del cuerpo cúbico conforme a las opiniones del arte
de Raimundo Llull”, donde pone de manifiesto sus conocimientos de
matemáticas y geometría, así como de la filosofía de Llull.
Juan de Herrera nigromante y
aprendiz de alquimista además de arquitecto, junto a Arias Montano , nombrado
bibliotecario y encargado de la recopilación de todo tipo de libros perdidos y
prohibidos , artefactos y herramientas alquímicas, llevaron a cabo el
acondicionamiento final del gigantesco edificio.
Cerca del monasterio encontramos
la conocida como silla de Felipe II un
antiguo centro sagrado de poder donde los habitantes de la zona
celebraban sus consejos cerca del sagrado monte Abantos, sagrado para los
antiguos celtas del lugar…
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SILLA DE FELIPE II |
Es de hecho este un lugar donde
las llamadas venas de la tierra o serpiente de la tierra emerge hacia el
exterior para posteriormente hundirse de nuevo y seguir su recorrido, es por lo
tanto un enclave muy especial.
Del Escorial irradian o se cruzan
ocho potentes corrientes energéticas teluricas que se expanden por toda la
península y asimismo , muchos afirman que la construcción esta socavada por un
complejo laberinto subterraneo de criptas y galerías, muchas de las cuales son hoy desconocidas.
¿Fantasía, realidad?.
Antes de proseguir e intentar
responder a esta cuestión, merece la pena retroceder aun más en el tiempo y
entrar en antecedentes recordando la figura del rey Alfonso X el sabio, pues
este es el sobrenombre con el que a pasado a la historia. Alfonso X revestido
de una leyenda de santidad tuvo probablemente poco de santo y aun de sabio,
aunque sin duda si de información, “conocimiento” y afán de poder hablamos, de
ello anduviera sobrado.
Es necesario para poder situarse
mejor en la época y el personaje, tener en cuenta de quien descendía, y nada más y nada menos era nieto del emperador Federico II
“Barbarroja”, y de dicho emperador germano hay unas cuantas cosas que decir
pues fue un buen conocedor de las doctrinas sufis amen del paganismo germánico .
El padre de Alfonso X el
reconocido como fundador de la escuela de traductores de Toledo fue Fernando
III el santo , y Alfonso como nieto de Federico Barbarroja gozo de derechos
dinásticos como heredero del Sacro Imperio germánico, cosa por la que por
otro lado se paso batallando la mitad
de su vida.
Casado en su tercer matrimonio
con la hija de Jaume I rey de la corona de Aragón, estableció de esta manera
una alianza con dicha corona probablemente pensando de ese modo tener mas
protección frente a la amenaza musulmana, y además asegurar de ese modo el acuerdo en las tareas de expansión y
conquista que ambos reinos acometían en esa época.
No cabe duda de que la ubicación
geográfica de Toledo facilito el encuentro de la cultura árabe, judía y
cristiana. Gracias a ello Alfonso X supo que el poder de Salomón sobre los
demonios se debía al conocimiento del
uso de una figura geométrica conocida como pentaculo de Salomón, que es
la figura resultante de unir los vértices de un pentaculo regular. Por supuesto
a continuación Alfonso X intento
probablemente ponerse en contacto con las potencias infernales.
Al respecto hay que precisar que
el Pentaculo no es un talismán estrictamente hablando, es decir su función
primordial no es la defensa contra supuestas agresiones del inframundo, sino
que es una figura para invocar y activarlas mediante la formulación del conjuro
adecuado...
Bien conocidos son por otra parte
los llamados lapidarios por parte de la
supuesta escuela de traductores de Alfonso X, obras en las que se compendia los
conocimientos de las cualidades de las piedras relacionándolas con la
astrología y sus supuestas virtudes y utilidades.
Según la tradición, gemas y
estrellas se emparejan, sintonizan, están en contacto directo, como un
transistor de radio a la emisora con la que sintoniza, formando una unidad indisoluble.
Éste es el secreto de las propiedades maravillosas de las piedras preciosas.
Cada gema tiene su estrella gemela, de su mismo color, de idéntica vibración.
El mejor exponente escrito de esta afirmación aparece en el manuscrito
escurialense titulado el Lapidario de Alfonso X el Sabio al que se considera
uno de los manuscritos primeros de naturaleza científica y representa el puente
que une las dos culturas.
Los lapidarios de Alfonso X no se pueden comprender prescindiendo del
componente astrológico. Aquí tenemos un ejemplo.
2.12 De la Piedra Coral negro (I
14, 42)
“Del duod́écimo grado del signo de
Tauro es la piedra que dicen -Coral negro
Tal nombre tiene en aŕabigo como
la otra; y ası es tierna bajo el agua y enduŕecese cuando la sacan al aire
como ella; pero el olor es ḿas fuerte que el de la otra. De naturaleza es fria
y seca, mas la sequedad de ́esta es mayor que la de la otra. Tiene
cumplidamente todas las virtudes del coral bermejo y, ademas, tiene ́esta: que
si la beben molida, sirve para las llagas de los intestinos y para el temblor
de corazon, y entra en medicinas que se dan para alegrıa. Y cuando la queman y
la hacen polvos, sirve mucho para enjugar la ĺagrima que viene a los ojos y,
por ello, es buena para meter en los alcoholes”.
No obstante es bastante dudosa la existencia real de una escuela de
traducción sistematizada. Por un lado tenemos la aparición muy tardía
del nombre de Escuela de traductores de Toledo , en Francia a comienzos
del siglo XIX, (Jourdain, Renan), y la aún más tardía introducción de la
palabra en España (Menéndez Pelayo, 1881). Por otra parte la propia cronología
de los traductores no coinciden en el
tiempo:
Así pues de alguna manera y unido
por un invisible hilo el proyecto de poder encarnado en la piel de los monarcas
primero de Castilla, y más tarde emperadores de los reinos hispanos parece
sucederse en una serie de hitos en el tiempo su interés por lo “oculto” y la
aplicación de esos conocimientos de una
manera peculiar.
A titulo de ejemplo para entender
mejor lo que se expone, nada mejor que recordar el papel protagonista que tiene
la zona donde se hallan ubicados los toros de Guisando.
Dicho lugar había sido uno de los
lugares más sagrados de la meseta, ya desde la edad del bronce esa zona era considerada sagrada por las tribus
celtiberas y las estatuas datadas en el siglo II a.c y cuya autoría la arqueología atribuye al pueblo Veton que era el nombre de la tribu celta
del lugar .
Isabel la católica selló allí
el pacto con su hermano Enrique IV el
fin de la guerra civil en Septiembre de 1468, tras la muerte del infante Alfonso. La conocida como Concordia de los Toros de Guisando se estableció
en tierra gentil, poblada por totems paganos de la época celtibera, un lugar
sin duda poderoso a nivel telúrico , un lugar de “poder”, que a la hora de la
verdad era donde se ataban las decisiones importantes a las que se les quería
dar el amparo de lo sagrado, y no en una catedral cualquiera o un palacio. No
es de extrañar pues que tiempo más tarde cuando Felipe II decidió comenzar las
obras de El Escorial, ordenara al prior del monasterio de Guisando
edificado como tantos otros monasterios, iglesias o ermitas en un lugar ya
sagrado desde antaño, que se trasladase inmediatamente al pie del monte
Abantos, cosa que se hizo con urgencia.
Felipe II poseía un conocimiento
privilegiado de lo esotérico lo cual probablemente le venia de su padre Carlos
I y por el elemental hecho de que el conocimiento era poder y de este un
emperador sabe bastante.
Si en la actualidad los servicios
secretos tipo Mossad, CIA, NSA, CESID, MI6 etc..y demás agencias e institutos
de investigación cumplen el papel de
poseedores de información privilegiada y del manejo de cuestiones de materia
reservada, debemos comprender que en aquellos tiempos los círculos cercanos a
los detentadores del poder eran quienes
lo poseían y por ende la máxima cabeza visible el rey o emperador, quien tenia
a su servicio las cabezas pensantes más relevantes y los científicos más
destacados, tanto en la línea exotérica como la esotérica como eran ocultistas,
alquimistas, magos y astrólogos a los que por supuesto convenía presentar
como poco fiables o ajenos al poder
para de esa forma facilitar la discreción y el control por parte del
poder instituido de dichos “expertos”.
Esta practica común en ese tiempo
hizo que por ejemplo en Inglaterra el mago, astrólogo y alquimista John Dee
estuviera al servicio de la corona inglesa y de la reina Isabel, y a el por
cierto según cuentan se le atribuye buena parte del merito del desastre de la
armada invencible.
Buen conocedor del simbolismo
astrológico Felipe II a menudo vestía de negro, dado que tradicionalmente se
dice que ese color es el que corresponde
al planeta Saturno y de esa manera se conseguía el favor de la energía
celeste encarnada en ese planeta, o al menos protegerse de sus efectos nocivos.
Nacido un 31 de Mayo y nativo de Géminis el dual signo, siempre hizo honor a
esa condición, ya que por una parte se erigió en defensor de la ortodoxia y por otra parte amante de lo
heterodoxo, el rey creía así mediante
un acto de magia simpática obtener cierta ventaja.
A partir de esta anécdota es
fácil deducir hasta que punto este le daba validez y atención a este tipo de
cuestiones, que a ojos profanos y poco atentos puede pasar desapercibidos.
Rodeado de magos, cabalistas y
alquimistas un extraño suceso que nos cuenta fray José de Sigüenza , no hace
más que apuntalar esta realidad discretamente velada.
Viniendo desde el sur del Escorial unas nubes lanzaron un
rayo en la primavera de 1577 que fueron
a impactar a la torre de poniente del monasterio y donde se encontraba uno de
los laboratorios alquímicos financiados por Felipe II. Se cuenta que el fraile
relojero fue el primero en acudir al
foco del incendio y este al poco comenzó a transformarse en un monstruo de color pardo plagado de
lunares negro que falleció tras una
larga agonía.
Sabemos que la sintomatologia
coincide con un envenenamiento masivo por vapores de Mercurio…
Además del rayo en esa torre tuvo
lugar una explosión que no se debía a causas metereológicas. Hacia meses, tal
vez años, que los alquimistas contratados por el monarca estaban esperando
aquella tormenta…, pero el experimento fracaso. El objetivo era ni mas ni menos
asegurar a la monarquía de los Austrias, el dominio del mundo…
Nos cuenta también Fray Sigüenza
en su crónica sobre El Escorial que el monarca llevaba el diseño del monasterio
en su “pecho”, porque Dios se lo había comunicado en soledad cuando el rey se
retiraba “a aquellas cuevas y ermitas donde sabía que tantos siervos de Dios
habían habitado”. Es evidente que Felipe II entraba en contacto con el “mas
allá” en lugares especialmente mágicos, lo cual sea dicho de paso era
habitualmente interpretado como brujería por la inquisición que tan
graciosamente defendía el mismo monarca.
Por otra parte la astrología como ciencia en aquella época
merecía la mas alta consideración, y no es de extrañar que fuera harto conocido
entre el reducidisimo circulo de astrólogos al servicio del rey el conocimiento
del ciclo de las grandes conjunciones de Júpiter-Saturno, los últimos planetas
visibles a simple vista y grandes marcadores de eventos en la astrología
mundial que tiene que ver con la política, sociedades, países y acontecimientos de índole general,
más allá del ámbito puramente
individual.
Dicho ciclo tiene una duración
aproximada de más de 800 años con una media de 200 años por elemento
dominante, por supuesto la cosmovisión occidental trabaja con cuatro
elementos. Se considera que todo ciclo tiene su inicio al principio del zodiaco
natural en el signo de Aries, quien consagra el inicio de la primavera y
del principio de la manifestación
visible, y hete aquí que en el año 1583
primero en el católico signo de Piscis donde se unían ambos planetas, y un año
más tarde ya en Aries, es decir
recién terminado el Escorial daba inicio este gran ciclo cósmico, tan
importante en la astrología mundial.
Por supuesto con todos los ingredientes a punto, era muy
tentador aprovechar ese momento para efectuar un gran ritual o invocación
propiciatoria que obviamente tenia la finalidad de consagrar la supremacía del
imperio español y del imperio de los Austria.
Aprovechar el fuego proveniente
del cielo como es un rayo, para tan magna operación mágica en el signo de fuego
de Aries parecía una buena idea. Ya de
manera definitiva en 1603 la citada conjunción se daba 20 años más tarde en el
signo de Sagitario...
Lo que sucedió en realidad es que
a partir de esa fecha el imperio
español empezó una lenta e irreversible agonía…
Para mejor entender el porque y de que manera los alquimistas al
servicio de Felipe II actuaban debemos entender que estos eran cristianos
devotos que entendían que dado que Dios había creado tanto el cielo como el
infierno, y que su hijo había adoptado
la forma humana para ser sacrificado en la cruz, eso significaba que
precisamente el hombre era la criatura más agradable a los ojos de Dios, por lo
que por regla de tres no solo los ángeles estaban al servicio del hombre, sino
también los demonios. En consecuencia, todo lo que había que hacer era fabricar
un laboratorio gigantesco a escala de la magnificencia del poder terrenal que se quería representar y
asentado en la mismísima boca del infierno. Se trataba de construir un
gigantesco aparato capaz de someter al mál o al demonio , y a tal fin en el
Escorial llegaron a contarse mas de siete mil reliquias acumuladas y
distribuidas en sus numerosas estancias y aun en las torres del edificio. Ese
lugar según las creencias de la época, era ni más ni menos que lo que hoy es el
monasterio del Escorial.
Una filosofía como vemos de un
renacentismo cristianizado que volvía a situar al ser humano como medida de
todas las cosas pero a la vez plagado
de supersticiones, y que aun hoy en día nos resulta bastante familiar.
La energía suministradora del
poder sobre la Materia, en sentido estricto, provenía del Diablo, ya que, a
partir de las doctrinas pitagóricas y posteriormente gnosticas bien conocidas
por los expertos al servicio del monarca, el mundo material era una creación
delegada en Satanas, también llamado el Demiurgo, o Dios-rival-de-Dios, algo así como el aspecto negativo de la
divinidad. Algo similar propugnaba la interpretación cabalista de la época que
creía que tanto ángeles como demonios son seres inferiores al hombre, y que por
ello este puede dominarlos, siempre y cuando disponga de los talismanes o el
protocolo ritualista adecuado...Una filosofía quiero hacer notar, por cierto
bastante emparentada en cierto aspecto concreto de la visión dualista, con el
maniqueismo cátaro y que les costo a estos en su momento su persecución y
posterior exterminio por parte de la
iglesia.
Claro esta que como emanación de la divinidad, a Satanas
no se le podía invocar con conjuros
ingenuos y cuatro velitas, como hacían las brujas en las pequeñas aldeas…
El entrar a fondo en cuestiones
de magia operativa y los procedimientos concretos excede la intención de este
análisis y es aconsejable dejarlo para
otra ocasión, sin embargo permite hacer reconocible ciertos procedimientos,
protocolos y actuaciones similares que se han dado a lo largo de la historia
unas veces de forma más conocida y otras no tanto…
El Escorial recibió ese nombre
debido a que aquella zona era donde iban a parar las escorias de ciertas explotaciones
mineras o de canteras cercanas y permanecía abandonado desde hacia siglos. El
escoger esa ubicación para edificar el monasterio no fue casual, como tampoco
lo fue la decisión de construir tan magno
proyecto, independientemente de su ubicación se pretendía un enclave de poder, un laboratorio donde pudiera
manipularse la llave de dicho poder, y
para ello era necesario un lugar sagrado enclavado en una zona poderosa a nivel
geomántico y telúrico, y ese lugar se encuentra a pocos kilómetros de Madrid:
Es el monte Abantos, palabra celtibera que significa buitre, el animal sagrado
de esas tribus, equivalente al dios Thot egipcio, el Arcángel San Miguel o todo
símbolo que nos hable de una comunicación entre el cielo y el infierno, lo alto y lo bajo, finalmente el
encargado de transportar a los muertos al mas allá.
Lo cierto es que el lugar
concreto en donde se construiría el monasterio, era una zona a nivel de
cosmobiología bastante nefasto, no en vano era conocido como “boca del
infierno”, y zona donde se amontonaban los escombros ,sin embargo una actuación
precisa utilizando la geometría sagrada, y el descomunal despliegue de peso de
sus muros y edificios asentándose sobre la zona en concreto, consiguió
transmutar esa energía obviamente negativa para la residencia estable de un ser
humano, en un lugar no solo habitable sino en un foco energético de primer
orden.
Por supuesto Felipe II creyó
haber encontrado el centro de “poder” desde el que controlar y someter a sus
enemigos y adversarios tan impertinentes a veces , y la sierra del
Guadarrama cumplía a sus ojos esa
premisa. El granito viejo con el que se construyo, tan abundante en la
zona en lugares como “La pedriza” no es
una energía fácil de manejar pues es conocido en la zona la leyenda popular de
que allí hay mucha gente a la que “se le va la olla” como me han comentado en ocasiones los habitantes de la zona ,y
eso no sucede por casualidad pues la energía del lugar algo tiene que ver...
El siguiente paso para el
proyecto Imperial seria tener cerca una corte que se adaptara a tan ambicioso
plan, y por supuesto trasladarla a la cercana villa de Madrid cumplía con esos
requisitos…Educado en la más estricta
cultura castellana y sus tradiciones políticas, pensó que hacer de estas el
referente unificador de culturas tan
diferentes como la catalana-aragonesa , la portuguesa o la de Flandes, en
realidad mucho más avanzadas cultural y económicamente que Castilla, era la
garantía de fortalecer sus dominios imperiales y de paso no verse obligado a
someterse a fueros y parlamentos reacios a
darle patente de corso a un poder absoluto.
A tal fin emprendió un proceso de usurpación , intolerancia y
fagocitación imperialista con un brutal
aumento de la censura, la inquisición y una imposición forzada de la supremacía de Castilla sobre el resto de los reinos de
su Imperio que ocasionaría guerras incesantes y una ofensiva dirigida a
“castellanizar” con todo tipo de amaños, que desgraciadamente incluían la
eliminación de originales en el caso de
la literatura p.ej ,y la falsificación de todo tipo de documentos de cualquiera
que hubiera hecho algo remarcable o
digno de merito en un proceso de censura histórica que desgraciadamente en
muchos casos ha llegado hasta nuestros días.
Felipe II moriría contemplando los inquietantes cuadros del Bosco de una
moral “cristiana”, mas que discutible, concretamente “El jardín de las
Delicias”, supuestamente el Bosco un pintor flamenco, aunque es razonable dudar
de que realmente fuera de ese territorio dada la manipulación de la censura de
la época Imperial iniciada por Felipe II, y que desgraciadamente a tergiversado
la autentica historia de la conquista Americana y buena parte de la historia
del siglo XVI y XVII.
Dicha maniobra de utilizar un
lugar de “poder” no fue exclusiva de dicho monarca, veremos más tarde como
Franco o los mismos nazis por citar algunos ejemplos más cercanos en el tiempo
y me temo que no los últimos cronologicamente, también intentaron usar la
energía del “lugar” para sus propósitos.
La frontera entre el mundo normal
y el inframundo tenía una doble función; por una parte queda sellado, y no solo
mediante una obra arquitectónica colosal como fue El Escorial, sino gracias
bien a determinados conjuros, bien mediante la invocación de conjuros mágicos
de invocación demoniaca o bien mediante la invocación de potencias celestes
protectoras. En cualquier caso la función del sello es, y consiste en su
apertura voluntaria, bajo determinadas condiciones o en momentos adecuados a
fin de que el sacerdote, mago u operante pueda solicitar los servicios de los
poderes tenebrosos que a la postre eran los que se creían mas a mano y afines a
la conocida como boca del infierno.
En este sentido el edificio como
recinto sagrado fue consagrado en su momento mediante un ritual que
impedía la acción de los influjos maléficos y que estos afectaran a quienes
estaban allí, y que aseguraba el fluir y renacimiento de la vida, ...pero eso
si , se dejaban algunas puertas hacia el inframundo, cuya existencia solo era
conocida por el mago, sacerdote y por supuesto el Emperador.., y claro esta ese
era el lugar sagrado por antonomasia; el sancta sanctorum dicho claramente...y
que Juan de Herrera se encargo de ubicar con la exactitud del buen geómetra y
matemático que era en la capilla Mayor.
En relación a los elementos
sustanciales de estas fuerzas nos dice el añorado Colin Bloy, sanador y
radioestesista, lo siguiente “Los dragones son potentes formas de energía
telúrica; espirales, son invisibles para los profanos, pero pueden detectarse
con el péndulo. El dragón sólo hace
curvas y espirales, nunca rectas; con las rectas se mata al dragón, pero
matándolo se aparta esta poderosa energía,
nosotros preferimos dominarla”.
A buen entendedor pocas palabras bastan.
Son numerosos los lugares donde
estas presencias tan vinculadas a las energías de los elementales de la tierra
tienen una fuerte expresión, lugares como Notre-Dâme, numerosas edificaciones
sagradas desde antaño donde residen desde tiempo inmemorial.
Así pues cerca de Madrid El Escorial es uno de estos lugares, otro lugar
es el valle de los Caídos y cerca de Getafe el
cerro de los Ángeles, y ya que hablamos de Madrid en la misma capital tenemos enclaves más
modestos a nivel energético pero bien
conocidos como la plaza de la Cibeles, el jardín del palacio de Justicia o el
templo de Debod.
Sin embargo no termina esta
geografía mágica en El Escorial sino que merece la pena citar ahora dos cuevas,
una de ella bien conocida.....
CONTINUARA en una 2ª parte
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