dijous, 1 de febrer del 2018

Vendernos la lluvia: El negocio del siglo XXI



Vendernos lo que primero nos han robado: los seguros lo hacen con nuestra tranquilidad, los gobiernos con nuestros derechos y ahora el complejo industrial-militar con el elemento más necesario para la vida, el agua. Es un obsceno negocio que este blog no se cansará de denunciar, y que la élite que promueve el “Nuevo Orden Mundial” ha adoptado como medio para aumentar aún más sus obscenas fortunas al precio de diezmar a la población mundial. Dos proyectos diabólicos aunados y que la mayoría de la gente no quiere ver, pese a que basta con levantar la vista al cielo para encontrar las pruebas.

Ya poca gente duda de que nos roban las nubes. Lo llevan haciendo varias décadas. Incluso está publicado en el BOE.
En efecto, España tiene publicado en el Boletín Oficial del Estado en el año 85 que es competencia de la Administracción del Estado la modificación del ciclo hidrológico en la atmósfera. Esta Ley fue derogada por el Real Decreto Legislativo 1/2001, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Aguas. En su artículo 3 vuelve a corroborar lo ya establecido en la Ley derogada.
En otras palabras, la Administracción del Estado (es decir, el Gobierno) tiene plenas competencias para alterar la atmósfera y consecuentemente los cambios climatológicos. A simple vista, pudiera tener una mínima lógica pues ya es conocido en otros paises al finalizar la II Guerra Mundial los beneficios que causaba el evitar densas precipitaciones en terrenos que habían sido sometidos a debastadores enfrentamientos bélicos, y así poder reconstruir con más agilidad las urbes devastadas.
Sin embargo ya en el siglo XXI, estos procedimientos han tomado un giro inesperado. Las estelas persistentes que emiten determinados aviones en la última década ya no son exclusivamente las causadas por áreas de condensación que deja el avión en su movimiento, ni tampoco a la diferencia de presión de ambas partes de las alas, que precipitan una corriente de cristales de hielo.
Ahora se ha evolucionado hacia la “Geoingeniería”, aunque sus principios como técnica para “controlar” el cambio climático fueron aplicados ya en 1955 durante la Guerra de Vietnam. Las fumigaciones del ‘napalm’ o Agente Naranja sobre la población causaron 400.000 muertes instantáneas y más de medio millón de niños nacieron en las siguientes décadas con malformaciones terribles. Este mortifero herbicida utilizado por los militares estadounidenses fue fabricado para el Departamento de Defensa por el grupo industrial ‘Monsanto’, multinacional estadounidense con más de un siglo de historia. Fue el Secretario de Estado Henry Kissinger quien encargó a Monsanto la fabricación de este pesticida para causar uno de los genocidios más graves port-guerra mundial. Las palabras mas alarmantes de Kissinger fueron las declaradas en el Memorandum de seguridad nacional N200 en 1977: ” Controla el petróleo y controlarás las naciones;. Controla los alimentos y controlarás la gente ” .
El cocktel está servido
Después de 30 años teniendo en nuestra legislación atribuidas las competencias del cambio climático a la Administracción del Estado, España es hoy un objetivo con amparo legal para realizar todo tipo de experimentos en el ámbito de la Geoingeniería. Las diversas imágenes del encabezado lo dice todo. Esto es una realidad, ocurre en nuestro país a diario, y cada vez son más personas que se preguntan porque nos hacen esto. Aquí vamos a intentar explicarlo. Pero antes debemos de tener bien presente esta máxima del filósofo Schopenhauer:
Más que la verdad, lo que vamos a explicar es la realidad. De tal envergadura que ya no puede seguir siendo escondida. Ya hay Organizaciones denunciando en el Parlamento Europeo, la ONU y la OMS, las graves consecuencias que pueden producirse en España si se continúan con estas estrategias que cuentan en la sombra a personajes cuyo objetivo es la despoblación mundial.
Para las personas que puedan estar pensando en estos momentos que lo hasta ahora relatado no es más que una fantasía, u otra paranoia basada en la conspiración indemostrable, aportamos la siguiente información. Los procedimientos y el protocolo de vuelo es tan estricto que a más de un piloto-comandante le ha costado su carrera profesional. 2 aviones no se cruzan JAMÁS. Se han de respetar las distancias y los ángulos en varios kilómetros.

28 kilómetros han de separar entre dos aviones desde un punto Fix y con un ángulo superior a los 45 grados. En ninguna de las imágenes que encabezan este artículo se está respetando.
Si estos aviones que atraviesan y expulsan sus productos en el cielo del estado español no cumplen con las normas de aviación; ¿a que espera el Ministerio de Defensa para intervenir?
En febrero de 2015 la CIA publicó dos informes sobre geoingeniería, considerándola como un factor geopolítico estratégico y arma de alto potencial desestabilizador. La manipulación del clima como instrumento de guerra ha estado en la agenda de las fuerzas militares de Estados Unidos durante décadas, como prueba el informe de la Fuerza Aérea de aquel país que lleva por título “El tiempo atmosférico como multiplicador de la fuerza: poseyendo el clima en 2025”. Operación Popeye, consiste en provocar una gran sequía durante un tiempo prolongado, para después dejar a la naturaleza recuperarse, provocando inclemencias atmosféricas de tal calibre, que muy probablemente arruinaría cualquier cosecha. Pero para eso está Monsanto, que nos vende sus crueles semillas ‘aguantalotodo’ transgénicas, y que en muchos paises de Europa han sido rechazadas y criminalizadas por los Gobiernos. Excepto España.

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