Por Sputnik
En 2018 se cumplen 69 años de
la publicación de la novela de George Orwell ‘1984’, una ficción
distópica que presenta un mundo totalitario dirigido por un Gran Hermano
mediante un sistema de control del lenguaje y del pensamiento de los
ciudadanos denominado neolengua.
Muchos años después, estas reflexiones de Orwell siguen vigentes, como comentan en el programa de Radio Nacional de España (RNE) ‘Gente despierta’. Una experta en comunicación, Estrella Montolío, detalla a Sputnik en qué consiste esta neolengua.
Hoy en día raro es el lugar donde no
hay cámaras de vigilancia, siempre con la doble función de ‘velar por
nuestra seguridad’. En la novela de Orwell se conseguía mediante la
imposición, la violencia y la represión. Hoy en día, ese control se ha
instaurado con el consentimiento de los ciudadanos, pues voluntariamente
repartimos nuestros datos, nuestras fotos y hasta nuestros pensamientos
por toda la red. Ningún servicio secreto que haya existido supera en
eficacia y éxito a este sistema de espionaje de la vida privada, explica
Montolío.En cuanto a la neolengua
que se utiliza en la novela para el control de sus ciudadanos hay
similitudes alarmantes con nuestra época actual, dice Montolío.
Según la hipótesis de Sapir-Whorf,
existe una cierta relación entre las categorías gramaticales del
lenguaje que una persona habla y la forma en que la persona entiende y
conceptualiza el mundo.
En función de esta idea, el filósofo Wittgenstein escribiría: “Los límites de mi lenguaje son los límites de mi pensamiento”, y sobre esa base construye Orwell el concepto de la neolengua, un idioma artificial creado para controlar el modo de pensar de los ciudadanos, asegura la experta.
Una de las técnicas para conseguirlo
consiste en sustituir las palabras incómodas con significados negativos y
acabarlas convirtiendo en otras con un sentido más positivo, radical
simplificación que aboca a la indigencia comunicativa. Otra idea de esta
neolengua se basa en el hecho de que si el pensamiento depende de las
palabras, al eliminar la riqueza de la lengua, las cosas no podrán ser
dichas y en esta evolución, ni siquiera pensadas, es decir, se trata de
reducir la visión del mundo de la masa. Esa es la idea de la neolengua:
debilitar el lenguaje y empobrecer su capacidad crítica y de disidencia.Durante
la Alemania nazi se empezaron a usar estas técnicas, un ejemplo de ello
son los eufemismos siguientes: exterminio= solución final;
deportación=traslado; exterminio=tratamiento higiénico, por citar
algunos.
Como ejemplos de técnicas de neolengua
que se emplean en la esfera política actual podemos observar estos
ejemplos recogidos por Eduardo Galeano: capitalismo=economía de mercado;
imperialismo=globalización; países pobres=países en vías de desarrollo;
pobres=personas de pocos recursos; despido libre sin indemnización ni
explicación=flexibilización del mercado laboral; despido
masivo=expediente de regulación de empleo; emigración=movilidad
exterior; recesión=crecimiento negativo; rescate bancario=préstamo con
condiciones muy favorables para sanear balances sin coste alguno para el
contribuyente; bajar los sueldos=moderación salarial;
recortes=políticas de austeridad, ajuste y control del gasto;
crisis=desaceleración; desahucio=procedimiento de ejecución hipotecaria.Es
decir, la misma estrategia que denunció Orwell y que utilizó el régimen
nazi, crear mediante el lenguaje una realidad mental alternativa que
neutralice la capacidad crítica y de disidencia de los ciudadanos contra
el poder, concluye Montolío.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada