Se trata del hallazgo más importante hecho en la pirámide en los últimos 200 años.
La Gran Pirámide de Guiza,
construida por el faraón Keops alrededor del año 4.500 a.C., pese a su
antigüedad, continúa entregando secretos de sus rincones más recónditos.
Tras encontrar en 2015 una anomalía térmica “significativa” en la cara norte de la Gran Pirámide de Guiza, el equipo científico formado por investigadores del HIP Institute (Francia) y la Nagoya University (Japón) decidió investigarla empleando una técnica denomanada “Muography”. Esta tecnología emplea partículas elementales masivas producidas por los rayos cósmicos para “escanear” la pirámide. Un tipo de pruebas que “han demostrado ser muy eficientes para detectar cámaras en estructuras sólidas y gruesas”, aseguran desde el equipo.
Tras encontrar en 2015 una anomalía térmica “significativa” en la cara norte de la Gran Pirámide de Guiza, el equipo científico formado por investigadores del HIP Institute (Francia) y la Nagoya University (Japón) decidió investigarla empleando una técnica denomanada “Muography”. Esta tecnología emplea partículas elementales masivas producidas por los rayos cósmicos para “escanear” la pirámide. Un tipo de pruebas que “han demostrado ser muy eficientes para detectar cámaras en estructuras sólidas y gruesas”, aseguran desde el equipo.
“Es un descubrimiento importante, sobre todo porque se están
aplicando nuevas tecnologías que ayudan a visualizar cosas que hace 50
años eran imposibles. El hallazgo abre las puertas a nuevas teorías
sobre la construcción de la pirámide, su uso y la representación
simbólica que tienen este tipo de estructuras”, dice Gabriel Valenzuela,
presidente de la Sociedad de Estudios Egiptológicos de Chile.
Para su hallazgo, los investigadores utilizaron muones,
partículas elementales de alta energía generadas cuando los denominados
rayos cósmicos colisionan con la atmósfera.
“Podemos imaginar que los muones son partículas de luz que
iluminan la pirámide, pero a diferencia de la luz convencional, estos
penetran la pirámide y son capaces de pasar a través de ella. Entonces,
no solo iluminan su exterior, sino también su interior. A partir de
ello, los investigadores pudieron generar un mapa en 3D del interior de
la estructura”, explica Mario Riquelme, académico de la Facultad de
Ciencias Físicas y Matemáticas de la U. de Chile.
Según explica Francisco Garrido, arqueólogo del Museo Nacional de Historia Natural, este método funciona como una radiografía.
“Debido a que los huesos son más densos que la carne, pueden
ser reflejados más claramente en un negativo del cuerpo humano. En la
pirámide pasa algo similar: las partes rocosas más densas dejan pasar
menos muones, mientras que las zonas que están vacías al interior de la
pirámide dejan pasar una mayor cantidad de estas partículas de radiación
cósmica. Esto permite configurar una especie de mapa o fotografía de
las cavidades interiores”.Una vez realizadas diferentes técnicas, la cámara secreta quedó al descubierto en la cara norte de la pirámide. Por ahora, se desconoce la forma y tamaño exacto de la cámara, pero podría ser de en torno a 30 metros de largo y varios metros de altura, según explica el equipo de científicos formado por investigadores egipcios, franceses y japoneses.
La Gran Pirámide fue edificada en el reinado de Khufu (2550
a.C.-2527 a.C.), también llamado Keops. Construida con bloques de piedra
caliza y granito, la estructura se eleva 139 metros, sin que hasta hoy
se haya podido encontrar la sepultura del faraón.
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