En la década de los años 50 del siglo pasado sucedieron varios
hechos insólitos con varios protagonistas y que seis décadas después aún
no hay una versión oficial que de luz a lo que llamaría, los viajeros
del tiempo.
Hoy me gustaría y por proximidad geográfica hablar de Taured.
Imáginese que va paseando por la calle como cada día para ir a
trabajar –por ejemplo- que alguien le pregunta por una dirección en
concreto y que cuando retoma la ruta habitual, resulta que la gente va
vestida de forma diferente, que los coches parecen más antiguos, que
edificios que hace un día no estaban, que los nombres de las tiendas del
barrio han cambiado –algunas ya no están – y que de repente se
encuentra en otra época pero en el mismo lugar envuelto en un extraño
silencio…
El científico Albert Einstein decía que “La distinción entre pasado, presente y futuro es sólo una ilusión” .
Pues bien dentro de esa misteriosa década que proseguía a la década
del Experimento Filadelfia conocido también como Proyecto Arco Iris
(1943) y del incidente de Roswell, Nuevo Méjico (1947) algo sucedió con
las líneas del tiempo. Puede estar relacionado o no pero a los pocos
años muchas personas aparecían muy distantes en kilómetros de su lugar
habitual y con un grado de desorientación, desconcierto y perplejidad
digno de estudio. Pero, en ningún momento presentaban síntomas de alguna
patología mental o amnesia temporal.
Pues situémonos en el año 1954, en el aeropuerto de la capital de
Japón, Tokio. Un aeropuerto ya totalmente reconstruido después de la
Segunda Guerra Mundial y de repente un hombre baja de un vuelo comercial
junto con otros pasajeros y en el momento de validar su pasaporte le
dicen que espere un momento y al cabo de pocos segundos unos agentes de
policía de aduanas del aeropuerto le piden que lo acompañen.
Le preguntan de que país procede y dice de Taured. Los agentes le
dicen que marque en un mapa su ubicación. Y en el mapamundi señala una
pequeña zona ubicada entre España y Francia en una cordillera montañosa.
Es bien conocido que aquel pequeño país era Andorra.
Durante el interrogatorio dijo que estaba en viaje de negocios,
como en otras ocasiones. Hecho que corroboraba su pasaporte al estar
mata sellado en Japón en diferentes fechas próximas. Es más hizo
hincapié a que validaran los últimos sellos emitidos en su pasaporte
para demostrar que él había estado viajando de ida y vuelta sin ningún
tipo de problemas. Y que no entendía la actitud represiva de dichos
oficiales. El misterioso hombre de pocas palabras pero convincentes dijo
que decía la verdad.
Entre sus documentos mostró su una licencia de conducir emitida por
el gobierno de Taured y documentos de acompañamiento tales como estados
de cuenta bancarios y documentos de negocios, estos últimos resultaron
no ser válidos, junto a su cuenta bancaria por no existir tal entidad.
Hubo un extraño silencio en la sala de interrogatorios. El misterioso
hombre proveniente de Taured parecía tan confundido como los propios
policías.
En un ambiente posbélico y de reconstrucción. Los policías
sospecharon de que podría ser un espía. Así que decidieron escoltarlo a
buen recaudo para posteriores interrogatorios.
Al no presentar una actitud violenta ni hostil, no se recluyo en
ninguna celda oficial y si se confinado en el interior de una habitación
de un hotel no muy lejana al aeropuerto en la que tan solo tenía una
pequeña ventana de ventilación.
A la mañana siguiente, justo antes de proseguir con el
interrogatorio en ya dependencias policiales, por sorpresa del los
agentes del nuevo turno
al entrar a la habitación se percataron de que el detenido no
estaba. No había podido escapar por la minúscula ventana ni por la
puerta custodiada de la quinta planta del hotel.
Se realizó una intensa búsqueda sin ningún resultado nadie lo había
visto salir del edificio ni caminar por la calle. Es como si se lo
hubiese tragado un agujero negro. Ni rastro alguno. Simplemente
desaparecido y sin rastro. Y jamás nadie denunció su desaparición en su
país de origen.
¿Quien era realmente aquel hombre?. ¿Podría el hombre de Taured
haber sido un viajero atrapado entre un agujero negro temporalmente?
Ahora presten atención la fecha : 1957. Este año mientras sonaba el
Loving You de Elvis Presley por los altavoces de las radios, el físico
Hugh Everett formuló una teoría que dice que existe un número enorme,
quizás infinito, de universos paralelos. Esto implica que lo que no
ocurre en nuestro mundo ocurre en otra realidad alternativa.
El hombre de Taured o Andorra ¿vivió un déjà vu? ¿O un déjà vecu? ¿O un alter vu?. ¿O una recombinación de ambos?
¿Pudo el Hombre de Taured vivir una Yuxtaposición de sí mismo con
recuerdos y experiencias cronológicas de otras versiones de él mismo?
Hoy día gracias a la mecánica y física cuántica podemos saber cómo
se comporta el universo a muchos niveles estudiando los electrones y
fotones. Ambos tienen la propiedad de estar en diferentes lugares y
diferentes estados de existencia al mismo tiempo. ¿Curioso verdad?
Les daré un curioso dato. ¿Sabéis de donde procede el nombre del
conocido Lago de Engolasters?. Engol, viene de engullir y Asters, de
Astros. ¿Se engullía los Astros?. Esa enigmática zona bien podría ser un
portal dimensional.
Su nombre hace honor a un posible agujero en el tiempo bajo unas
determinadas condiciones se abre y se cierra generando una reflexión de
luz que apenas dura unos milisegundos.
Sus coordenadas son una clave 43º31’10,7 y 1º34’6.8”E y el hombre de Taured lo sabía…
Sus coordenadas son una clave 43º31’10,7 y 1º34’6.8”E y el hombre de Taured lo sabía…
Como siempre, que cada uno saque sus propias conclusiones.
Por Ferran Prat de Sabiens
Por Ferran Prat de Sabiens
Fuente: Sabiens
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